El evangelio, el motivo de mi existenciaMuestra
Aceptación de los demás o confirmación de la fe por Dios
Pablo afirma que Dios es quien tiene el poder para afirmar y confirmar en la fe a todos los salvados. Por esta razón insta a los creyentes de Roma que no deben estar preocupados por la aceptación de los demás. Lo realmente importante es que el Señor confirme su fe y lo hace de acuerdo a su sabiduría eterna, su plan perfecto para la humanidad. El poder de Dios es suficiente para confirmación de la fe, confirmación de la iglesia, confirmación del mensaje y confirmación del propósito eterno de Dios.
Los creyentes no pueden ser establecidos plenamente en la verdad sin un entendimiento apropiado del «misterio dispensacional» o sea, la manera como Dios ha decidido administrar la economía de la gracia. Es lamentable que los creyentes en general sean ignorantes de estos sagrados secretos, que eran tan apreciados por el corazón del apóstol Pablo.
Hay un conjunto de verdades que habían estado ocultas y guardadas en el amante corazón de Dios durante las edades pasadas, pero que en la actual, Dios quiere dar a conocer a sus santos. Sin embargo, la ignorancia del «misterio» en la actualidad es asombrosa, ya que muchos predicadores no valoran, cuán importante es esto para su ministerio. Qué triste es, no entender las riquezas y las glorias de este misterio, que Dios se deleita en dar a conocer y que para Pablo era su pasión predicar.
El evangelio de Dios: «según mi evangelio»
¿Qué quería decir Pablo con «mi evangelio»? ¿En qué sentido pertenecía el evangelio a Pablo? Recuerda, Pablo había dejado muy claro que las buenas nuevas que predicaba eran «el evangelio de Dios». Eran las buenas nuevas de Dios. ¿En qué sentido eran las buenas nuevas de Pablo? Hay al menos dos razones por las cuales Pablo personalizaba las buenas nuevas.
En primer lugar, era el evangelio de Pablo en el sentido que le había sido confiado a él: «El glorioso evangelio del Dios bendito, que a mí me ha sido encomendado». «La comisión (dispensación, mayordomía, administración) del evangelio me ha sido encomendada… porque me fue impuesta necesidad; ¡y ay de mí si no anunciare el evangelio!». Pablo tomaba muy en serio su responsabilidad en cuanto a ser un fiel administrador del evangelio que revelaba progresivamente la economía de Dios con respecto a su propósito eterno. ¿Cómo está tu compromiso con lo que Dios depositó en ti?
Acerca de este Plan
Como todas las epístolas de Pablo a las iglesias, su propósito al escribirlas, era proclamar la gloria del Señor Jesucristo, mediante la enseñanza de la revelación que por gracia había recibido; como también la edificación y ánimo para los creyentes que recibieran su carta. Este devocional te ayudará a entender un poco más, cómo Pablo se identificó con el evangelio y lo divulgó con compromiso.
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Nos gustaría agradecer a Basilio Patiño en colaboración con El Centro Network por facilitarnos este plan. Para obtener más información, por favor visítenos en: www.redrema.org www.elcentronetwork.com