El evangelio, el motivo de mi existenciaMuestra
A la luz del poder de Dios
Permítanme sugerir varias maneras en que el poder de Dios se cruza con nuestras vidas. Lo primero que haremos, a la luz del poder de Dios, es temer, honrar y servir a Dios y sólo a Dios. Reconocer que la Biblia nos enseña acerca de Dios, que es infinitamente poderoso y por lo tanto, debiéramos eliminar la palabra «imposible» de nuestro vocabulario.
Con cuánta frecuencia excusamos nuestro pecado, apelando a nuestra inhabilidad humana. «Pero si soy humano», decimos. Así es, pero Dios no solo nos ha salvado con su poder, sino que también obra en nosotros para fortalecernos, respaldarnos y santificarnos por ese mismo poder. La elección y la utilización que Dios hace de los renacidos, como vasos de arcilla necios, débiles y carnales, es para demostrar su poder.
El poder de Dios es ministrado al hombre a través de su humanidad, más que a través de las fuerzas naturales del hombre. Nuestra debilidad no es una barrera para el poder de Dios. Más bien, reconocer nuestra debilidad, es la base para volvernos a Dios, dependiendo de su poder que obra en nosotros. Así, Dios recibe toda la gloria.
Cuando ministramos en el poder de Dios, no necesitamos confiar en nuestras propias fuerzas ni en los métodos humanos; en realidad, ni nos atrevemos a hacerlo. Por medio de la «debilidad» de la cruz, Dios trajo salvación al hombre y por medio de éste, proclamó su evangelio. A través de métodos débiles y poco impresionantes, el evangelio es proclamado confiando en el poder de Dios, para convencer y convertir a los pecadores. De esta forma, los hombres deben dar la gloria a Dios, confiar en Él y en su poder y no en los hombres.
No es esta la forma en que hoy actúa la iglesia. Cuando predicamos, empleamos los métodos de marketing de la actualidad, que han probado ser exitosos por los resultados obtenidos; empleamos las mismas técnicas persuasivas de cualquier vendedor profesional. Muchas veces intentamos entrenar y desarrollar líderes, siguiendo el modelo y método de la cultura secular y no les enseñamos a ser embajadores del reino.
Cada vez más frecuente, la iglesia se conduce con base a los principios de «buenos negocios», que en los principios bíblicos. Ofrecemos «terapia» en una versión pobre de psicología y psiquiatría de fundamento humanista evolucionista, más que inspirar a los creyentes a pensar de acuerdo a lo que la obra perfecta y completa de Cristo ha realizado, así como obedecer la Palabra de Dios.
Acerca de este Plan
Como todas las epístolas de Pablo a las iglesias, su propósito al escribirlas, era proclamar la gloria del Señor Jesucristo, mediante la enseñanza de la revelación que por gracia había recibido; como también la edificación y ánimo para los creyentes que recibieran su carta. Este devocional te ayudará a entender un poco más, cómo Pablo se identificó con el evangelio y lo divulgó con compromiso.
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Nos gustaría agradecer a Basilio Patiño en colaboración con El Centro Network por facilitarnos este plan. Para obtener más información, por favor visítenos en: www.redrema.org www.elcentronetwork.com