Priscila y Aquila

Tú eres la respuesta a ese problema

Comentario:

Hoy vamos a fijarnos en una pareja: Priscila y Aquila. Se trata del único matrimonio cristiano mencionado en la Biblia y es curiosa su importancia, porque aparecen citados nada menos que en cinco libros del Nuevo Testamento. No está nada mal para una pareja que quizás solo nos sonaba de pasada.

En el pasaje que leímos anteriormente vemos que llega a Éfeso un predicador llamado Apolos. Era elocuente, enérgico y apasionado, pero estaba equivocado en algunos aspectos de lo que predicaba, debido a una falta de fundamento.

Envueltos en la cultura de la envidia y de la crítica en la que estamos sumergidos –y en la que probablemente nuestros protagonistas también vivían– lo más fácil y hasta tentador habría sido criticar a Apolos en conversaciones con personas cercanas, dejando clara su postura y conocimientos. Quizá, incluso, podrían haber deseado que otro predicador que les gustara más volviera a la ciudad para corregir lo que consideraban incorrecto.

Sin embargo, la narrativa del texto y mensaje continuó de otra forma.
“Comenzó (Apolos) a predicar con valentía en la sinagoga, y cuando Priscila y Aquila le oyeron, le tomaron aparte y le expusieron con mayor exactitud el camino de Dios” (Hechos 18:26).

Cuando Priscila y Aquila notaron el problema no se limitaron a pensar que alguien debía hacer algo al respecto. Su pensamiento fue: “Espera, yo soy alguien y puedo hacer algo”. Se acercaron a Apolos, lo tomaron aparte (quizás lo invitaron a comer) y, sin avergonzarlo o hacer pública su corrección, le explicaron con mayor precisión lo que aún desconocía. En lugar de criticar o de exponerlo, fueron amables y cuidadosos con él. Vieron un problema y se vieron a sí mismos como parte de la solución.

Seguramente podrían haber pensado: “Nosotros somos buenos haciendo tiendas; tal vez alguien con más experiencia predicando o que esté en la iglesia en una posición de responsabilidad debería hablar con él”. Pero, en lugar de eso, básicamente dijeron: “Dios, para cualquier cosa que pongas delante, cuenta con nosotros”.

Esta actitud muestra una disponibilidad completa hacia Dios:

“¿Quieres que hospedemos? Hospedamos".
"¿Quieres que sirvamos? Servimos".
"¿Quieres que lideremos? Entonces, lideramos”.

Reflexión:

Qué maravilloso sería si todos los miembros de la iglesia tuviéramos una disposición total hacia lo que Dios pone delante de nosotros, estando siempre listos para ser parte de la solución a los problemas que enfrentamos.

Piensa en cómo podrías estar más disponible para Dios hoy y en alguna ocasión en la que, tal vez, habrías respondido de otra manera ante una necesidad en la iglesia.

Oración:

Señor, ayúdame a estar atento y estar siempre disponible para que Tu reino avance. Quiero ser parte de Tu obra y para ello te pido que me utilices a través de los dones y las habilidades que me has dado.