Los amigos del paralítico

Mi fe es arriesgada

Reflexión:

Marcos 2 narra una historia extraordinaria sobre cuatro hombres y su fe. Ellos tenían un amigo paralítico que no podía unirse a las multitudes que buscaban a Jesús. Decididos a ayudarlo, lo colocaron en una camilla, lo llevaron al lugar donde estaba Jesús, subieron al techo, hicieron un agujero y bajaron a su amigo hasta donde Él se encontraba.

Jesús realizó el milagro, perdonando los pecados y sanando al paralítico, y los amigos desempeñaron un papel crucial. Su fe activa, movida por el amor hacia su amigo, los convirtió en instrumentos esenciales para que este milagro ocurriera. Es un ejemplo poderoso de cómo la fe en acción puede transformar vidas.

Algunas cosas para pensar:

1. Dios quiere que nos arriesguemos

Podemos pensar en todos los obstáculos que enfrentamos al intentar presentar a alguien a Cristo. Es cierto que, al reflexionar en ellos, pueden parecer muy válidos y hasta desalentadores. Pero cuando nuestro amor por los demás es mayor, cuando nos atrevemos a tomar ese riesgo y damos ese paso de fe, ¡sin duda suceden cosas increíbles!

2. Lo invisible se puede hacer visible.

Nuestra fe, aunque invisible, se puede volver visible cuando la ponemos en acción. El versículo 5 dice que Jesús vio la fe de los cuatro amigos del paralítico y, por esta razón, él fue perdonado y sanado. Debemos recordar que Dios puede transformar la vida de nuestros amigos, familiares, y quienes nos rodean a través de nuestra fe, nuestras oraciones y nuestras acciones de amor. Dar ese paso de fe puede ser el catalizador para que el corazón de alguien, como el del paralítico, vuelva a la vida.

Nuestra fe agrada a Dios

"No subestimemos el impacto de nuestra fe en la vida de otros. Sin fe es imposible agradar a Dios”. Hebreos 11:6.

Oración:

Dios, ayúdame a amar a otros con tanta pasión que mi fe se vuelva visible, a ser intrépido y a tomar los riesgos necesarios para que otros te puedan conocer, quiero ver el milagro de la salvación en otros y ser quien rompa ese techo para que puedan conocerte. Señor, lléname y dame la valentía. En el nombre de Jesús. Amén.