Nuestro ritmoMuestra
El ritmo de la aventura
¿Por qué necesitamos una aventura? ¿Y cómo es que la aventura es parte esencial del matrimonio exitoso? Todos estamos preparados para la aventura. Nadie quiere llegar al final de su vida con una lista de cosas que desearía haber hecho. Todos queremos mirar hacia atrás con gratitud y maravillarnos por las increíbles aventuras que pudimos experimentar juntos.
Cuando dejamos de aventurarnos y dejamos de arriesgarnos, en realidad dejamos de crecer. Al permitir que el miedo, la comodidad o la apatía nos impidan crecer, cambiar y probar juntos cosas nuevas, corremos el riesgo de oxidarnos. Como dice Jesús en Juan 10:10: “Yo he venido para que tengan vida y la tengan en abundancia”. La vida y el matrimonio que realmente deseamos los encontramos cuando respondemos afirmativamente a las aventuras a las que Dios nos está llamando.
Riega sus sueños
¿Conoces los sueños de tu cónyuge? ¿Cuáles son sus mayores pasiones? ¿Cuándo fue la última vez que se lo preguntaste? Tómate un tiempo esta semana para conocer los sueños de tu cónyuge o ayudarlo a descubrirlos por primera vez. Busca pistas. Podría ser algo tan simple como un comentario o la forma en que sus ojos se iluminan al hacer algo que ama. Las grandes aventuras nacen cuando comprendemos esos pequeños detalles en los demás y elegimos tomarlos en serio.
Todos llegamos al matrimonio como una persona integral, con sueños, talentos y deseos propios. Tener un matrimonio exitoso significa preocuparse y tomar en serio los sueños de nuestra vida en común. Recuerda, es imposible amar a alguien sin entrar en su mundo. Las parejas saludables se toman el tiempo para encontrar los sueños de su cónyuge y luego se asocian con ellos para hacerlos realidad.
La aventura puede ser tan pequeña como probar algo nuevo juntos. Llama a una niñera y sorpréndelo con una noche romántica en un hotel, o invita a cenar a una nueva pareja. Ya sea que comiencen un pequeño grupo o confíen en Dios para iniciar una empresa, juntos desarrollan el ritmo de la aventura diciendo sí, siguiendo la dirección de Dios como pareja y confiando en Él para el resultado.
Una vida de aventuras no significa colgarse de un precipicio todos los días (aunque podría serlo). Significa que nos comprometemos el uno con el otro a no quedarnos dormidos en nuestras propias vidas, a preocuparnos intensamente por el florecimiento de nuestras almas y a apoyarnos en nuestros sueños a medida que cambian a lo largo del camino. Significa que nuestras vidas están llenas de las cosas buenas de la vida, las cosas que nos dan energía, nos impulsan hacia adelante y despiertan la curiosidad. Significa intervenir y estar a la altura en todo momento; no solo echarles un vistazo, sino vivir plenamente presentes en todo, aceptando nuevas experiencias, nuevas aventuras y nuevas oportunidades.
Elijan la aventura juntos. Observa cómo cobra vida tu matrimonio.
PRACTICA:
- ¿Cuándo fue la última vez que te sentiste completamente vivo?
- ¿Cuándo fue la última vez que se arriesgaron juntos?
- Pregúntale a tu cónyuge esta semana cuáles son algunos de sus sueños más profundos. Piensa en algunas formas en que puedes comenzar a regar sus sueños y verlos crecer.
- Expongan sus ideas sobre las cosas nuevas que cada uno desea probar. Propónganse probarlas al menos una por semana.
Escritura
Acerca de este Plan
¿Conoces a esas parejas que parecen prosperar de verdad? ¿Los afortunados que, de alguna manera, siguen locamente enamorados después de décadas? Resulta que ese tipo de matrimonio no está destinado solo a unos pocos elegidos. Los matrimonios más saludables comparten un secreto transformador: los ritmos intencionales. Chris y Jenni Graebe te invitan a descubrir cuáles son esos ritmos fundamentales y los resultados que pueden tener en tus relaciones si los pones en práctica.
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