Más valiente: Una mirada a la fe intrépida de personas imperfectasMuestra

Día 2: Ester

Entramos en medio de la historia en el capítulo 4, así que pongámonos al día (¡si quieres puedes leer todo el libro de Ester!): Ester, una judía, fue nombrada reina después de que el rey de Persia, Jerjes (o Asuero dependiendo de la la traducción), fuera ofendido por su esposa anterior. Amán, mano derecha del rey Jerjes, odiaba a Mardoqueo, tío de Ester, porque Mardoqueo se había rehusado a inclinarse ante él (los judíos sólo se inclinaban ante Dios). Amán incluyó a todos los judíos en su odio y manipuló la verdad para convencer al rey Jerjes de que todos debían ser exterminados. El rey, por confiar en la persona equivocada y por estar mal informado, accedió.

En Ester 4, Mardoqueo reta a Ester a usar su posición como reina para salvar a los judíos. Su vacilación tiene sentido, ya que ella sólo estaba en su posición porque el rey había despedido a su última esposa, y él no la había llamado para verla en todo un mes. ¿La dejaría siquiera hablar con él? Podía perder literalmente la vida por ir a ver al rey sin haber sido convocada.

El valor de Ester ante una posible muerte no surgió de la nada. Dos cosas parecen haberla convencido a tomar acción, aún cuando temía por su vida: unas palabras de ánimo y el apoyo de su equipo. Si practicas algún deporte o lo ves, te puedes imaginar la escena: El entrenador o capitán da un discurso alentador recordándole al equipo la razón por la que deben volver a salir al campo, aún cuando van perdiendo. El equipo tiene un momento en el que se unen como grupo y esto da la seguridad de que sin importar el resultado, están juntos y pueden confiar los unos en los otros. Ester tiene una experiencia similar. Cuando el mensaje de Mardoqueo la convence de la urgencia de hablar con el rey, necesita apoyo. Le pide a los que están más cerca que se unan a ella en ayuno para prepararse para el momento en el que vaya a ver al rey, y le dice a Mardoqueo que le pida a todos que se unan a ellos, y así lo hacen.

Las palabras de Mardoqueo en el 4:14 no sólo inspiran a Ester a tomar acción, sino que han motivado a muchos otros a actuar, por generaciones, a pesar del temor. La palabra “animar” viene de la idea de dar valor. Vemos la valentía de Ester cuando está dispuesta a ir al rey y cómo se prepara (elabora un plan), y vemos la valentía de Mardoqueo cuando alienta a su sobrina a usar lo que tiene para beneficiar al pueblo.

Preguntas para reflexión/discusión:

1. ¿En algún momento tuviste miedo de hacer algo que sabías que debías hacer y las palabras de ánimo de alguien marcaron la diferencia?

2. ¿Hay alguien en tu vida ahora a quien podrías animar?

3. ¿Estás en una posición para ayudar a alguien más, pero el miedo te detiene? ¿Qué paso podrías dar para obtener el valor que necesitas?