Encontrando descanso en los ritmos de la vidaMuestra
El ritmo de estudio
Recuerdo mis primeros momentos de seguidor de Jesús, oía que las personas hacían referencia a sus deseos y habilidades e iban a un lugar silencioso y solitario con su Biblia y volvían varias horas después frescos, renovados y revitalizados. Siendo honesto, este escenario me parecía abrumador, lo opuesto a lo refrescante. Pienso que era por mi falta de perspectiva en los beneficios y bendiciones del tiempo de estudio.
Estudiar es una de las áreas más importantes para resolver un ritmo sustentable. Cuando he intentado leer la Palabra sin un plan, estaba perdido, confundido y aburrido. El cambio llegó cuando empecé a pedirle al Señor que me mostrara qué deseaba Él que yo viera. Cuando leemos la Palabra de Dios, debemos decir continuamente, "Esto me está hablando". La Biblia no es una historia impersonal sobre el pasado; es la Palabra de Dios viva. Es una narración activa de la que somos parte. Nuestra esperanza es interiorizarnos y direccionarnos a través de la revelada Palabra de Dios. Eugene Peterson lo expresa mejor: "El objetivo de leer la Palabra es escuchar la voz de Dios que nos habla".[3] Hay una razón por la que el Salmo 119:105 se refiere a la Palabra de Dios como lámpara a nuestros pies y luz al camino. La Escritura nos guía y direcciona mientras buscamos entender las riquezas de su verdad.
La Biblia está llena de recordatorios de la importancia y el poder que acompaña el estudio, aprendizaje y descanso en las Escrituras y preceptos de Dios. Pablo enseña en Colosenses 3:16, "Que habite en ustedes la palabra de Cristo con toda su riqueza: instrúyanse y aconséjense unos a otros con toda sabiduría; canten salmos, himnos y canciones espirituales a Dios, con gratitud de corazón". Estudiar la Palabra de Dios nos permite ingerir su verdad para impregnar nuestro ser interior.
Cuando nos centramos en la Escritura, ésta nos recuerda quién es Dios en realidad y quiénes somos nosotros a la luz de esa verdad. La Palabra nos da una comprensión que nos ayuda a enseñar y guiar a otros según los principios de Dios. La comprensión de la Palabra produce gratitud que nos hace cantar y animarnos unos a otros con las promesas de Dios.
Estoy de acuerdo con Lesslie Newbigin quien escribe, "Tenemos que leer cada texto en el contexto del evangelio mismo, ya que es la clave para comprender la Escritura".[4] La Biblia es una narración que resalta la esperanza que encontramos en el personaje principal, Jesús. Si estudiamos la Palabra a través de sus ojos, nos mueve hacia un entendimiento más profundo de la obra hecha por Cristo, lo que, a su vez, produce descanso a nuestras almas.
La riqueza que viene de estudiar las Escrituras nos conecta con el corazón de Dios. . . . Como una vez dijo Martín Lutero, "La Biblia está viva, y me habla; tiene pies, y me persigue; tiene manos y me sostiene".[5]
[3] Eugene Peterson, Trabajando los Ángeles: La forma de la Integridad Pastoral(Grand Rapids: Eerdmans), 1987.
[4] Lesslie Newbigin, Descubriendo la Verdad en un Mundo Cambiante (London: Alpha International) 2003.
[5] M. H. Manser, The Westminster Collection of Christian Quotations (Louisville: Westminster John Knox Press), 2001.
Escritura
Acerca de este Plan
Con tantas responsabilidades y distracciones compitiendo por nuestra atención, en ocasiones caemos en ciclos de descanso no saludables. Nos consumimos en un esfuerzo por resistir la intención que tiene Dios para nuestras vidas. Este plan de lectura de 10 días te enseñará senderos espirituales que te ayudarán a disponerte para recibir del Señor y experimentar la comunión y la intimidad con él—el verdadero descanso del alma.
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