Encontrando descanso en los ritmos de la vidaMuestra
El ritmo del ayuno
No hay nada abiertamente espiritual en ayunar. El ayuno resulta beneficioso cuando el objetivo y la esperanza de nuestro ayuno están claros y presentes. Si deseo ayunar o me abstengo de comer por un período particular para escuchar de Dios, estoy dando un paso consciente hacia experimentar comunión con Él. Pero si mi tiempo de ayuno está solamente compuesto por el hecho de no comer, no creo que experimentemos los hermosos beneficios del ritmo. Cuando doy la vuelta al plato, quiero sustituir la necesidad de comida por la necesidad de Dios. Cuando tengo hambre, antes que llenar mi estómago de comida, le pediré a Dios llenar mi espíritu con su sustancia espiritual. En esto, obtenemos claridad de pensamiento y propósito porque no nos focalizamos en nuestros propios medios para estar satisfechos. Le pedimos a Dios que nos satisfaga en las formas que sólo Él conoce y puede.
Ayunar o abstenerse de comer también nos ayuda a revelar la profunda dependencia y control que algo tiene sobre nuestras acciones y actitudes. Las cosas de las que elegimos abstenernos pueden no ser inherentemente incorrectas, pero retenerlas nos permite ver la posición que hemos permitido que algo tenga en nuestra conversación.
Acerca de este Plan
Con tantas responsabilidades y distracciones compitiendo por nuestra atención, en ocasiones caemos en ciclos de descanso no saludables. Nos consumimos en un esfuerzo por resistir la intención que tiene Dios para nuestras vidas. Este plan de lectura de 10 días te enseñará senderos espirituales que te ayudarán a disponerte para recibir del Señor y experimentar la comunión y la intimidad con él—el verdadero descanso del alma.
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