Encontrando descanso en los ritmos de la vidaMuestra

El ritmo de la naturaleza

Admito que nunca me han gustado mucho las actividades al aire libre. Crecí en Nueva Jersey y no pasaba mucho tiempo al aire libre. Debido a algunos de los factores que conlleva estar al aire libre, como los bichos, el tiempo y la imprevisibilidad de la naturaleza, diría que simplemente no me relajaba. Cuando vivimos en California, mi esposa y yo fuimos invitados a unas vacaciones en Wyoming. En este viaje, el Señor apareció en una forma inmensa. Desde el momento que pasamos el límite de la provincia, el Señor comenzó a hablarme. Nos quedamos en una casa de huéspedes de un amigo, y, una mañana, cuando estaba mirando en la entrada, vi la más hermosa vista de una montaña. Las colinas estaban cubiertas de colores vivos que acompañaban la llegada del otoño. Había un arroyito fluyendo a través de la propiedad, y el sonido tenía un efecto calmante maravilloso. Fui a correr por caminos rodeados de árboles y flores silvestres. Los sonidos, los olores y el aire fresco me cautivó y me movió profundamente. Dios comenzó a mostrarme a sí mismo de formas que no había experimentado antes. Me lo estaba perdiendo a lo grande. Descubrí la presencia de Dios en una nueva y vibrante forma.

Muchas personas afirman que podemos conectarnos mejor con la lectura de las escrituras cuando leemos al aire libre, y es difícil de discutir. La Biblia está saturada de imágenes, historias y analogías que se relacionan con la naturaleza. ¡La Biblia comienza con una historia en un jardín! Piensa en todas las referencias de nosotros como ovejas y Dios el Gran Pastor, o la metáfora que Cristo usa de la vid y los pámpanos. Estas son solo algunas de las cientos de referencias en las Escrituras relacionadas directamente con la naturaleza. Al encontrarnos solamente en áreas urbanas y desarrolladas, perdemos la belleza de la creación que contribuyen a nuestro entendimiento de Él.

Estar al aire libre en la naturaleza nos puede ayudar a romper con la monotonía de cómo nuestra cultura experiencia la adoración. Muchas de nuestras reuniones de iglesia ocurren en edificios sin ventanas o con ventanas cerradas. Es de gran ayuda recordar la creación de Dios cuando estamos al aire libre experimentándola. Para algunos, salir a correr o caminar y escuchar el sonido de la naturaleza les clarifica los pensamientos y el corazón. Para otros, andar en kayak en un río o pescar en un lago les da espacio para beber profundamente de su presencia. Estar al aire libre puede despertar nuestros sentidos y traer vitalidad a nuestro entendimiento de la intrincada forma en la que Dios nos ha creado. El exterior puede ser un lugar perfecto para meditar, lo que es el ejemplo principal de cómo los ritmos pueden trabajar juntos.

Cuando hablamos sobre la importancia del ritmo de la naturaleza, seríamos negligentes si no nombramos Romanos 1:20: "Porque las cosas invisibles de Él, su eterno poder y deidad, se hacen claramente visibles desde la creación del mundo, siendo entendidas por medio de las cosas hechas, de modo que no tienen excusa". La Biblia es clara en este recordatorio de la verdad de que Dios es visible y disponible para nosotros en la naturaleza.