Puertas Abiertas. Corazones Abiertos.Sample
Una muestra de generosidad.
En la mayoría de los contextos africanos, un invitado es bienvenido en cualquier momento sin cita previa. Un proverbio shona de Zimbabue, “mueni haapedzi dura”, significa “un invitado no agota tus reservas”. Esto subraya la verdad de que compartir lo que uno tiene con los demás, incluidos un extraño o un huésped no invitado, no le causará una gran pérdida.Un proverbio ruandés, “Umushyitsi akurisha imbuto”, significa “un visitante te hace cocer las semillas reservadas para la siembra”. Cuando utilizas tus mejores y más preciados recursos al servicio de los visitantes, tú también consigues disfrutar de esos recursos especiales.
En Lucas 10:38-42, leemos la historia de Jesús en casa de Marta y María, una historia que habla de la hospitalidad generosa tal como se entiende en mi contexto africano. Jesús estaba de camino y decidió entrar en la casa de Marta y María sin haberlo acordado previamente, pero aun así se le brindó una generosa bienvenida. Esto demuestra que la hospitalidad no debe basarse en la abundancia de nuestros recursos, sino en las necesidades de aquellos a quienes acogemos. La hospitalidad, en este contexto, va más allá del mero ofrecimiento de una comida; significa una disposición a cuidar, apoyar, acoger y estar disponible.
En el mundo, hay quienes tienen más de lo que les sobra, pero son reacios a desprenderse de lo que tienen. Hay otros que sólo tienen lo justo y les cuesta invitar a otros a compartir. Tanto si tenemos un almacén lleno de recursos como si sólo nos queda un poco en la despensa, estamos llamados a abrir de par en par nuestras puertas y acoger a los invitados de cualquier manera. Jesús nos llama a estar disponibles para servir, incluso cuando nos sentimos poco preparados o con escasos recursos. Él pide que atendamos a los demás cuando ellos lo necesiten, no sólo cuando a nosotros nos resulte cómodo o conveniente.
La verdadera hospitalidad como generosidad, nace de un corazón generoso y de un amor solidario que desea lo mejor para todos, incluidos los extraños.
Para reflexionar:
Reflexionando sobre esta breve historia, ¿qué motiva hoy tus actos de hospitalidad?
¿Se demuestra tu hospitalidad con tu preparación, disponibilidad y voluntad de servir a los demás sin limitaciones?
Una oración para hoy:
Querido Señor, cuando pienso en los que pueden aparecer inesperadamente en mi puerta, ayúdame a mostrarles un tipo de hospitalidad generosa... un tipo de hospitalidad que extiende el amor, el cuidado y el deseo de acogerlos como expresión de tu amor y tu gracia sin límites. Amén
Scripture
About this Plan
Con las puertas y los corazones abiertos, podemos acoger a los demás en un espacio donde son vistos, donde son amados y donde son valorados. En esta serie de ocho días, examinaremos más de cerca ejemplos e historias de hospitalidad que se encuentran en la Biblia, y reflexionaremos sobre cómo puedes practicar bien la hospitalidad en tu propia vida.
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