Puertas Abiertas. Corazones Abiertos.Sample
El fluir de la gracia.
La forma en que los escritores de los Evangelios describen las interacciones de Jesús con los samaritanos me parece infinitamente convincente. Sin duda, al haber crecido en Nazaret, Jesús se habría encontrado con los prejuicios de su comunidad hacia sus vecinos. Judíos y samaritanos tenían rencillas entre sí que se remontaban a siglos atrás. Rivalidades étnicas, diferencias religiosas y posturas políticas los separaban y, en ocasiones, estallaban en violencia.
Es revelador, por tanto, que cuando observamos cómo Jesús se relaciona y habla de los samaritanos, lo haga de forma totalmente contracultural: reprende a sus discípulos por enfadarse cuando son desairados por aldeanos samaritanos (Lucas 9:51-56); su parábola más famosa tiene a un samaritano como héroe y al que hay que emular (Lucas 10:25-37); se sienta y comparte un vaso de agua a solas con una samaritana (Juan 4:1-38). En todos estos ejemplos, los espectadores judíos se escandalizan. Hoy debemos preguntarnos qué hacía Jesús aquí.
Cuando contemplamos el compromiso de Jesús con los samaritanos a través del prisma de la hospitalidad, empezamos a ver algo extraordinario. En su deseo de abrirse a otra persona, está dispuesto a romper con lo convencional: practica la proximidad con los “impuros”, comparte su mesa con los “forasteros” y reconoce la acción de Dios en los “incrédulos”. De este modo, los enemigos se convierten en vecinos, los extraños son vistos como un don y “el otro” se convierte en un agente de la gracia de Dios.
El ejemplo de hospitalidad de Jesús también nos llama a abrir nuestros corazones a los demás, sean quienes sean, de manera radical. Al hacerlo, podemos esperar que se abra un espacio sagrado que permita que la gracia de Dios fluya a través del Espíritu Santo. Este, entonces, se convertirá en un lugar de transformación.
Para reflexionar:
¿Puedes pensar en algún momento en el que ofrecer hospitalidad incondicional haya creado un espacio para que fluya la gracia de Dios? ¿Qué sucedió?
Una oración para hoy:
Querido Señor, gracias por mostrarnos cómo es la hospitalidad. Ayúdanos a abrir nuestros corazones a los demás de manera radical y, al hacerlo, crear un espacio para que fluya tu gracia. Amén.
Scripture
About this Plan
Con las puertas y los corazones abiertos, podemos acoger a los demás en un espacio donde son vistos, donde son amados y donde son valorados. En esta serie de ocho días, examinaremos más de cerca ejemplos e historias de hospitalidad que se encuentran en la Biblia, y reflexionaremos sobre cómo puedes practicar bien la hospitalidad en tu propia vida.
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