Permaneciendo en Semana SantaSample

PERMANECIENDO EN SEMANA SANTA - DEVOCIONAL DE CUARESMA por BRYAN CRAIG

Entonces lo agarraron y se lo llevaron, llevándolo a la casa del sumo sacerdote, y Pedro lo seguía de lejos. Y cuando encendieron un fuego en medio del patio y se sentaron juntos, Pedro se sentó en medio de ellos. Entonces una criada, viéndole sentado a la luz y mirándole fijamente, dijo: También éste estaba con él. Pero él lo negó, diciendo: "Mujer, yo no lo conozco". Y un poco más tarde alguien más lo vio y le dijo: "Tú también eres uno de ellos". Pero Pedro dijo: "Hombre, no lo soy". Y después de un intervalo de aproximadamente una hora, otro insistió, diciendo: "Ciertamente este hombre también estaba con él, porque él también es galileo". Pero Pedro dijo: "Hombre, no sé de qué estás hablando". E inmediatamente, mientras aún hablaba, cantó el gallo. Y el Señor se volvió y miró a Pedro. Y Pedro se acordó de las palabras del Señor, que le había dicho: "Antes que cante el gallo hoy, me negarás tres veces". Y salió, y lloró amargamente (Lucas 22:54-62).

Esta es otra escena muy preocupante. Pedro, uno de los seguidores más cercanos de Jesús, a quien Jesús apartó en múltiples ocasiones para recibir orientación adicional, negaría conocer a Jesús en el fragor de la batalla. Pedro siempre fue tan celoso y jactancioso de su pasión por Jesús. Había dicho que iría a la cárcel y moriría por Jesús. Sin embargo, el Señor le dijo a Pedro que Satanás le había pedido permiso para zarandearlo como si fuera trigo y que Pedro negaría a Jesús tres veces. (Lucas 22:31-34.) El coraje era alto cuando Jesús estaba cerca, pero ahora, cuando se enfrentaba solo al peligro, Pedro se desmoronaba. Peor aún, Jesús escuchó a Pedro negarlo y lo miró directamente. Pedro se horrorizó, y dice que se acordó de la predicción de Jesús de esto, y lloró amargamente.

Judas lo traicionó, Pedro lo negó y los demás lo abandonaron. Jesús sabe de nuestras debilidades, incluso entre sus seguidores. Él sabía cuánto necesitábamos un Salvador y cuánto necesitábamos que Su Espíritu nos guiara. Jesús es el único hombre que vivió o viviría que podría llevar la cruz que cargó. Afortunadamente, Jesús redimió nuestro pecado en la Cruz, pero también convirtió el zarandeo de Pedro en una purificación y refinamiento que lo convirtió en el líder que necesitaba ser en los primeros días de la iglesia.

APLICACIÓN:

¿Alguna vez has negado conocer a Jesús? ¿Alguna vez has estado en silencio mientras otros a tu alrededor lo difamaban? ¿Alguna vez has querido mezclarte con la multitud en lugar de sobresalir como un seguidor de Jesús? Si es así, debes saber que podría haber sido Satanás tentándote y zarandeándote para ver a quién perteneces. Si le has fallado a Jesús, aflígete, llora, confiesa, arrepiéntete, vuélvete a Él y Él te restaurará. Es posible que descubras que Él lo usará como parte de tu futuro ministerio para Él.