Permaneciendo en Semana SantaSample

PERMANECIENDO EN SEMANA SANTA - DEVOCIONAL DE CUARESMA por BRYAN CRAIG

Cuando Jesús estaba en Betania, en casa de Simón el leproso, se le acercó una mujer con un frasco de alabastro lleno de ungüento muy caro, y lo derramó sobre su cabeza mientras él se reclinaba a la mesa. Al verlo, los discípulos se indignaron y dijeron: «¿Por qué este desperdicio? Porque esto podría haber sido vendido por una gran suma y dado a los pobres". Pero Jesús, dándose cuenta de esto, les dijo: "¿Por qué molestáis a la mujer? Porque ella me ha hecho una cosa hermosa. Porque a los pobres siempre los tendréis con vosotros, pero a mí no me tendréis siempre. Al verter este ungüento sobre mi cuerpo, lo ha hecho para prepararme para el entierro. En verdad os digo que dondequiera que se proclame este evangelio en todo el mundo, también se contará lo que ella ha hecho en memoria de ella" (Mateo 26:6-13).

Estaban sucediendo muchas cosas durante la Semana Santa mientras Jesús pasaba tiempo en Jerusalén, y todo resultó ser muy significativo. En esta escena, Jesús está cenando en la casa de un hombre al que llamaban "Simón el leproso". Se puede suponer que Simón fue sanado de lepra ya que pudo vivir en la ciudad entre la gente, y es fácil adivinar que Jesús fue quien lo sanó. De nuevo, aquí está Jesús, Dios encarnado, Rey de reyes, pasando uno de sus últimos días en la casa de un leproso. Realmente era un hombre de TODAS las personas. Y esta unción espontánea del aceite fue una gran declaración. Primero, era representativo de Su verdadera realeza. Ungían a los reyes cuando eran apartados para el servicio. El aceite también llegó a representar el Espíritu Santo, que Jesús enviaría después de su muerte y resurrección. Por último, como dice Jesús, esto fue profético, ya que moriría solo unos días después y sería ungido para la sepultura. El plan de Dios se desarrollaba ante sus ojos.

APLICACIÓN:

Siéntate quieto un momento... Cierra los ojos... Imagínate esta escena... huele el aceite fragante. Ahora, imagínate cómo sería para Jesús venir a cenar a tu casa. ¿Lo tratarías como a un rey?