La paternidad a la manera de DiosSample
Ánimo bajo la convicción de pecado
Al comprometerse con el estudio sincero de la Palabra de Dios, algo que puede esperar recibir es la convicción de pecado del Espíritu Santo.
Ninguno de nosotros llega sin culpa a las Sagradas Escrituras. De hecho, "todos pecaron, y están destituidos de la gloria de Dios" (Romanos 3.23) y necesitan la gracia y el perdón de Cristo. Sin embargo, recibir la redención por medio de su sangre expiatoria no nos libera del requisito de andar en rectitud. Todo lo contrario. Al recibir la salvación, todo cristiano está llamado a "hacer morir las obras de la carne" (Romanos 8.13). Aunque tenemos el poder del Espíritu de Dios en nosotros para fortalecernos contra la tentación, la carne (nuestra naturaleza pecaminosa) siempre está tratando de reafirmarse en nuestras vidas. Por eso se nos exhorta a estar alerta para no volver a sucumbir a la tentación. La oración, la lectura fiel de las Sagradas Escrituras y la confianza en el poder del Espíritu Santo nos mantendrán en el camino correcto, pero la convicción de pecado es una parte natural y necesaria del proceso. Al mirarse en el espejo de las Sagradas Escrituras, regocíjese cuando sienta esta convicción, porque es el medio de Dios para santificarle. Cuando un pasaje en particular incomode su conciencia, no mire hacia otro lado ni se resista. En vez de eso, anímese porque sus ojos se han abierto a una oportunidad para ser más como Cristo y, a su vez, de convertirse en un mejor padre y modelo para sus hijos. Confiese y arrepiéntase de cualquier falta, y pídale a Dios que le ayude a mejorar en esas áreas.
La paternidad puede ser una experiencia muy aleccionadora en cuanto a humildad. Como cualquier gran desafío, sacará a la luz sus puntos débiles, le pondrá al límite y le hará caer de rodillas. Sin embargo, la respuesta correcta fortalecerá sus áreas débiles, ampliará sus límites y hará que aumente su confianza en Dios. Deje que la gracia del Señor le lleve a través de las pruebas. Dios promete que el sometimiento a su instrucción dará el "fruto apacible de justicia" (Hebreos 12.11).
Manténgase positivo, agradezca su perdón y espere siempre las bendiciones que siguen a la obediencia. Confíe en la dirección de Dios y en su compromiso con su crecimiento en Cristo, y reciba con alegría su corrección. Él será fiel para mantenerle en perfecta paz a medida que crezca en sabiduría —un regalo que no tiene precio para cualquier padre.
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La Biblia nos dice que los hijos son un regalo de Dios. Sin embargo, criarlos puede ser un desafío inmenso y tal vez sea la tarea que exija más amor, paciencia y sabiduría. Gracias a Dios, Él nos ha proporcionado todo lo necesario. Acompañe al Dr. Stanley mientras le instruye e inspira a aplicar la sabiduría divina a la hora de criar a sus hijos a la manera de Dios.
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