La paternidad a la manera de DiosSample

Su compromiso con la Palabra de Dios

Deuteronomio 6.6, 7 nos dice, como pueblo de Dios y como padres, que tengamos un compromiso inquebrantable con sus mandamientos:

Y estas palabras que yo te mando hoy, estarán sobre tu corazón; y las repetirás a tus hijos, y hablarás de ellas estando en tu casa, y andando por el camino, y al acostarte, y cuando te levantes.

Podemos estar seguros de que cada vez que Dios nos dice que hagamos las cosas de cierta manera, es porque Él sabe que su camino es el mejor. Dios es muy consciente de las distracciones que nos ofrece el mundo. Conoce la facilidad con la que podemos ser desviados del sendero de la rectitud si no mantenemos sus instrucciones al frente de nuestras mentes y nuestras conversaciones. Por supuesto, Dios no espera que hablemos solo de asuntos espirituales. Note que los versículos anteriores se refieren en especial a los momentos de ocio: al descansar en casa, al pasear, al pasar tiempo con la familia. Todos tenemos trabajos que hacer y asuntos de los cuales ocuparnos. Pero Deuteronomio 6.6, 7 implica que, si la Palabra de Dios forma parte habitual de nuestras conversaciones privadas, permeará toda nuestra conducta cuando nosotros —y nuestros hijos— estemos "en el mundo".

Si aún no ha llegado a este punto en su camino de la fe, no se desanime. El compromiso con la Palabra de Dios a tal nivel es parte de un proceso de toda la vida de acercarse más al Señor y someterse a su voluntad. Su deseo de ser un padre exitoso es una motivación maravillosa para promover ese proceso en su propia vida. Cuanto más llene su corazón con las palabras y la guía de Dios, más fluirán esas palabras de usted hacia los demás. Puede parecer imposible estar tan inmerso en las instrucciones de Dios que hable de ellas al sentarse, al caminar, al acostarse y al levantarse, pero recuerde que Dios ha prometido que le dará poder para hacer todo lo que Él le ordene (Filipenses 4.13). Confíe en que el Señor honrará su deseo de seguirle, y observe con el tiempo como Él aumenta su hambre por sus palabras y las escribe en su corazón.

A medida que trabaje con el material que sigue, pídale a Dios cada día que fortalezca su capacidad para permanecer en Él, vivir de acuerdo con sus mandamientos y poner en práctica su Palabra. Pídale que plante su verdad en lo profundo de su corazón para que se convierta en una parte natural de su conversación con sus hijos y con los demás. Si lo hace, con el tiempo usted y su familia serán bendecidos en abundancia por la respuesta de Dios a estas oraciones.