La paternidad a la manera de DiosSample
Amor y autoridad
La base de una crianza exitosa puede resumirse en estas dos cualidades:
- Amor incondicional
- Autoridad justa y honesta
Aunque usted no siempre expresará estas cualidades a la perfección, si las convierte en su objetivo cada día, puede esperar que Dios le ayude a trabajar para lograrlas. Él ha prometido que a medida que usted crezca en su andar de fe, el fruto del Espíritu Santo se hará más y más evidente en su vida (Gálatas 5.22, 23). Anímese porque, con el poder de Dios, cualidades divinas como el amor, la paciencia, la mansedumbre y el dominio propio están a su alcance. Invite al Espíritu Santo a que invada su corazón, le haga madurar en Él, y le dé el poder de expresar estos rasgos hacia su familia, en especial en esos momentos que le resulte más difícil.
Por ejemplo, cuando sus hijos muestren un comportamiento indeseable, trate de separar sus acciones de lo que ellos son: regalos preciados del Señor. Trate de aceptarlos con amor, incluso cuando deje claro que su comportamiento es inaceptable. Si se recuerda a sí mismo que Dios le ha confiado a sus hijos, entonces el comportamiento de ellos será menos capaz de hacer que usted deje de expresarles un amor incondicional. Cuando se encuentre luchando con esto, dedique unos momentos a pensar en sus propios defectos, debilidades y errores. Luego, recuerde cómo Dios siempre le ha perdonado, aceptado y apoyado a lo largo de su vida. Esta manera de pensar, traerá humildad a su corazón y le permitirá ser más amoroso y aceptar a sus hijos en cualquier circunstancia.
Puede parecer imposible conciliar las expresiones de amor incondicional con el ejercicio de la autoridad, pero tenga en cuenta que la autoridad justa y honesta es un aspecto importante del amor de Dios por todos sus hijos: "El Señor al que ama, disciplina, y azota a todo el que recibe por hijo" (Hebreos 12.6).
En su autoridad, Dios le ha guiado con una mano que tal vez le pareció dolorosa e injusta en el momento, así como la disciplina que usted aplica a sus hijos, estos la sentirán a veces dolorosa e injusta. En estas situaciones, trate de ser compasivo con sus hijos en el dolor y enojo de ellos, sin ceder en la disciplina que sabe que es mejor para ellos. Pídale a Dios que le ayude a expresar su autoridad de manera justa y razonable. La autoridad justa es sabia y hace justicia a todos los implicados, no solo a los propios hijos. La autoridad justa es transparente; deja claro qué normas se han transgredido y por qué es necesaria la disciplina.
El amor incondicional y una autoridad justa y razonable de su parte ayudarán a sus hijos a sentirse seguros, cuidados y apreciados. Con el aliento constante a pesar de sus faltas, el enojo de ellos ante la disciplina disminuirá, mientras que su amor y respeto por usted crecerán. A medida que los apoye y estimule en todos sus esfuerzos en la vida, ganarán confianza y avanzarán con firmeza. El amor incondicional permitirá que una paz insustituible eche raíces en sus corazones, que permanecerá con ellos durante toda la vida. Y cuando les imparta una autoridad justa y clara, guiada por la sabiduría piadosa (Santiago 1.5) y expresada en amor, aprenderán a seguir los caminos de la rectitud, evitarán mayores dificultades y crecerán fuertes en los caminos del Señor.
About this Plan
La Biblia nos dice que los hijos son un regalo de Dios. Sin embargo, criarlos puede ser un desafío inmenso y tal vez sea la tarea que exija más amor, paciencia y sabiduría. Gracias a Dios, Él nos ha proporcionado todo lo necesario. Acompañe al Dr. Stanley mientras le instruye e inspira a aplicar la sabiduría divina a la hora de criar a sus hijos a la manera de Dios.
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