La paternidad a la manera de DiosSample

Un legado duradero

El deseo primordial de Dios para cada creyente es el mismo: que cada uno de nosotros descubra y cumpla la voluntad que Él tiene para nosotros. Aunque Dios tiene propósitos específicos para cada persona, esto es solo una parte de su voluntad para nosotros. Su voluntad general para cada uno de sus hijos es que vivamos según sus principios en cada área de la vida. Encontramos estos principios al escudriñar las Sagradas Escrituras y al estar sintonizados con la guía del Espíritu Santo en los muchos asuntos que enfrentamos cada día. Cuando ponemos en práctica esos principios, viviendo en obediencia a lo que descubrimos, cumplimos la voluntad total de Dios para nuestras vidas, y experimentamos su paz, su gozo y sus bendiciones.

Por lo tanto, los padres exitosos ayudan a sus hijos a aprender y obedecer los principios de Dios para vivir, sabiendo que así es como cumplen la voluntad de Dios en todos los aspectos de la vida. Esta es la razón por la que la inmersión en la Palabra de Dios es tan esencial para su crianza. Cuanto más lea usted la Biblia, más aprenderá acerca de los principios de Dios, y más podrá ayudar a sus hijos a aprenderlos.

Es así de simple.

Cuando leía este plan para aprender a ser padres a la manera de Dios, sin duda hubo momentos de desafío y descubrimiento para usted. Los temas discutidos aquí tienen el propósito de orientarle a la hora de criar a sus hijos. Utilícelos para abordar lo que pueda enfrentar en la crianza de sus hijos, en la vida de ellos y en su propio crecimiento espiritual. Aunque ninguno de nosotros será perfecto en este mundo, seguir estos principios a lo largo del tiempo le ayudará a construir una sólida base espiritual para sus hijos. Sin embargo, este cimiento solo puede ser construido por la vida del Señor Jesús en ellos cuando confían en Él. Al seguir con detenimiento las instrucciones de las Sagradas Escrituras y la guía del Espíritu Santo, usted habrá hecho todo lo posible como padre para ser un fiel mayordomo de sus preciosos tesoros mientras los cría en el temor de Dios. Que Dios bendiga en abundancia sus esfuerzos y recompense a su familia con una medida cada vez mayor de su paz y su gozo.

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