La paternidad a la manera de DiosSample

Aspectos que favorecen una crianza exitosa: El valor personal

El sentido del valor personal es vital para todo hijo. Solo cuando esta área se cuida con esmero, puede un hijo crecer con confianza y seguridad en sí mismo en medio de las muchas pruebas y circunstancias de la vida. Usted puede ayudar a sus hijos a tener un sentimiento de valor personal proporcionándoles tres cosas: un sentido de valía, un sentido de pertenencia y un sentido de competencia.

El sentimiento de valía se desarrolla cuando hace saber a sus hijos que son apreciados e importantes. Cuando exprese su entusiasmo porque son parte de su vida —y los trate como regalos invaluables de Dios—, comprenderán su gran valor y se aislarán de las voces contrarias. Dígales a sus hijos cuánto les aprecia.

Demuéstreles esto dedicándoles tiempo, escuchándoles y siendo observador para atender todas sus necesidades. Enséñeles lo mucho que valen a los ojos de su Padre celestial, quien "los [entretejió] en el vientre de [su] madre" (Salmo 139.13). Cuando los niños comprendan cuánto los ama Dios y sientan que ese amor se refleja en el amor incondicional que reciben de usted, desarrollarán un sano y fundamental sentido de valía.

El sentido de pertenencia también es esencial para el desarrollo de sus hijos. La Palabra de Dios nos dice lo importante que es para cada persona pertenecer a un grupo sano, uno que sea beneficioso y que dé vida. Él "prepara un hogar para los solitarios" (Salmo 68.6 LBLA) y nos ordena: “Sobrellevad los unos las cargas de los otros" (Gálatas 6.2). Esté atento a proporcionar a cada hijo un lugar y un papel en la familia. Las comidas, salidas y conversaciones son oportunidades sencillas pero importantes para fortalecer el sentido de pertenencia de cada uno a su grupo familiar. Cuando sus hijos sepan que son aceptados y que cumplen una función en su familia, se sentirán seguros y apoyados. Este sentimiento de pertenencia también les permitirá relacionarse de manera positiva con grupos más amplios, como son el compañerismo en la iglesia, los compañeros de clase y los colegas en el lugar de trabajo.

Por último, sus hijos necesitan un sentido de competencia para desarrollar su comprensión de su valor personal. Deben saber que los demás creen en ellos y confían en que lograrán sus metas, ya sean grandes o pequeñas. Sea siempre un aliento para sus hijos. Recuérdeles los numerosos pasajes de las Sagradas Escrituras que les dicen que Dios es su ayudador y que, con Cristo Jesús como Salvador, todo lo pueden en Cristo que los fortalece (Filipenses 4.13).

A medida que avancen con valentía, confiando en la ayuda de Dios y en el apoyo de usted, sus éxitos les darán confianza para ir aún más lejos, mientras que los reveses que experimenten no les impedirán intentarlo de nuevo. Un sentido de competencia es un gran motivador en la vida, así como una gran defensa contra el desánimo.

Al inculcar a sus hijos un sentimiento de valía, pertenencia y competencia, les estará proporcionando una base para la estabilidad emocional y el éxito en la vida. Edifíquelos de manera continua en el conocimiento de que ellos son de gran valor, que tienen un lugar en la vida y que pueden lograr lo que Dios les llame a hacer.

Ahondemos más en el tema

1. ¿Trato siempre a mis hijos como tesoros preciados de gran valor? ¿O hay momentos en que mis propias frustraciones en la vida pueden estar causando que mis palabras o mi comportamiento socaven de manera sutil el sentido de valía de mis hijos? ¿Cómo puedo abordar esas frustraciones hoy y reparar cualquier daño en el futuro?

2. ¿Proporciona nuestra familia un fuerte sentimiento de pertenencia a todos sus miembros? ¿Qué pasos puedo dar para reforzar de forma positiva la importancia de cada hijo y la alegría que trae su presencia?

3. Al guiar a mis hijos en sus esfuerzos para realizar tareas, desde aprender a caminar hasta desarrollar una carrera, ¿hay señales de que se sienten impulsados por un sano sentido de competencia? ¿O parecen desanimarse con facilidad? ¿Ha llegado el momento de ayudarles a recuperar la confianza en sí mismos estableciendo metas razonables y celebrando sus éxitos? ¿Cómo puedo usar las palabras de Pablo en Filipenses 3.13, 14 u otros versículos de las Sagradas Escrituras para animarles a superar el fracaso y lograr la victoria?