Día 7: El discipulado y el mercado

Los principios que hemos discutido en este devocional no tendrán ningún poder en nuestras vidas a menos que los sigamos consistente y conscientemente. El conocimiento de la verdad tiene poder solo cuando se aplica correctamente, de manera consistente, y con una explicación a aquellos que están siendo afectados por su aplicación. Para multiplicar la verdad, debemos ser capaces de enseñar a otros cómo entenderla y utilizarla. Sin esto, no podemos esperar cambiar nuestro entorno inmediato, y mucho menos nuestra empresa o comunidad.

El verdadero cristianismo consiste en la información que lleva a la transformación. La marca suprema de Cristo sobre aquellos a los que tocó fue que, después de Su partida, la gente fue diferente. Un discípulo es un aprendiz disciplinado, uno en el viaje hacia el dominio de las verdades que han capturado su corazón. Aunque Cristo llamó claramente a todos los cristianos a ser y hacer discípulos, muchos no viven como tal. La palabra cristiano, término aplicado a nosotros por meros hombres, solo se usa tres veces en las Escrituras, mientras que el de discípulo se usa más de 250 veces.

El discipulado como un estilo de vida, no un "programa", es maravillosamente adecuado para el mercado porque la ley de la siembra y la cosecha actúa más rápidamente en los negocios que en cualquier otro ámbito de la actividad humana coordinada. Las ideas y las acciones empresariales tienden a tener un tiempo de respuesta rápido, que se traduce en resultados tangibles. Por lo tanto, tratar de descubrir, aplicar y dominar los conceptos de Dios en el mundo de los negocios presenta enormes posibilidades a corto plazo para confirmar que la Palabra de Dios realmente funciona.

Muchos cristianos funcionan principalmente con una estrategia "interna" de motivación personal, que gira predominantemente en torno a su propio bienestar y al de sus allegados. Sin embargo, un cristiano "externo" está motivado para vivir la vida a un nivel tal que pueda ser utilizado para afectar a otros para Cristo. Su búsqueda de dominio está impulsada por una visión de glorificar a Dios y a Su reino a expensas de su propia vida y conveniencia personal. Los cristianos van al Cielo. Los cristianos externos cambian el mundo en el camino.

Si no aprendemos a vivir como discípulos, podemos esperar que nuestra medida de influencia sea muy modesta. En cambio, los corazones encendidos llevarán la franquicia del Todopoderoso y Familia por toda la Tierra y hasta la Eternidad. La verdad que no se modela ni se encarna es abstracta y, por tanto, relativamente inútil.

Por favor, escuche mi corazón: No necesitamos simplemente ministerios cristianos que busquen la validación espiritual o cristianos que tengan éxito financiero aplicando las leyes de Dios. Lo que necesitamos desesperadamente son cristianos con una visión bíblica del mercado que reeduquen a millones de personas, una esfera de influencia a la vez.

Estoy seguro de que usted está tratando de aplicar todo lo que sabe donde tiene influencia, tanto en general como donde trabaja en particular, al menos cuando está en su area de comfort. Pero a todos nos vendría bien la ayuda de Dios para hacerlo de forma más consistente, consciente y efectiva. Por consistente, me refiero a mantener buenos hábitos y despejar nuestras cabezas de la tiranía de lo urgente para que podamos crecer diariamente en Sus propósitos. Por consciente, me refiero a saber qué estamos haciendo, por qué lo hacemos y cómo determinar su eficacia.

Profundice en su tiempo de reflexión con Dios. El ritmo de vida acelerado puede "traficar" con su alma y no dejarle tiempo suficiente para actuar estratégicamente a través de los principios espirituales en lugar de la simple rutina diaria.

Que Dios nos ayude a responder a Su llamado, y que declaremos: "Debo levantarme y construir. Debo llevar la verdad a mi hogar, al sector privado y a cualquier otro lugar donde tenga influencia. Debo vivir estos principios y usarlos para influir en otros para Cristo. Ayúdame, Señor, a compartir el mensaje transformador de la vida del Todopoderoso y Familia".

Pensamiento del día: Los cristianos deben vivir como discípulos. Un discípulo es un aprendiz disciplinado.

Este plan devocional presenta contenido extraído del libro de Dennis Peacocke Haciendo negocios a la manera de Dios; para ordenar el libro completo visite: www.estrategico.org