Depresión. Reclama tu vida y hazlo de Su mano.Sample
Emociones…. ¿amigas?
“Clamo al Señor; ruego la misericordia del Señor. Expongo mis quejas delante de él y le cuento todos mis problemas. Cuando me siento agobiado, solo tú sabes qué camino debo tomar”. Salmos 142:1-3
Las emociones no deben ser tus enemigas, pues Dios también tiene sentimientos y fuiste hecho a Su imagen. Las emociones hacen la vida más plena cuando tenemos experiencias positivas, y también son alarmas amigas cuando algo anda muy mal y necesitamos ayuda.
Si experimentamos constantemente sentimientos de tristeza o temor sin tener motivos que lo merezcan, no es una cuestión de debilidad; es posible que haya dolor emocional acumulado que no hemos procesado y que está causando a nuestro sistema nervioso reaccionar. Míralo de este modo: si tienes constantes dolores de cabeza sin motivo aparente, tu cuerpo te está diciendo que hay algo mal y debes ir al doctor a ser evaluado.
¿Habrá algunas situaciones que has estado reprimiendo para no sentir? He tenido clientes en terapia que reprimen sus emociones acumuladas de años de dolor o estrés a través de trabajar sin parar, saltar de una relación a otra, limpiar obsesivamente y aun a través de participar excesivamente en cuestiones religiosas.
¿Será que tu alma está sufriendo la consecuencia de no atender un peso emocional?
El problema con los sentimientos no es sentirlos, el problema es lo que haces con ellos. No tengas miedo de mirarlos y sentarte a hablar de ellos. Dales espacio y valídalos. Después de purgar el alma como lo hacía David, tendrás más espacio para respirar, escuchar a Dios y tomar decisiones.
Medita y habla con Él:
Dios, en los versículos de hoy puedo ver que Tú eres...
Alma, hoy te digo...
Estoy agradecido por...
Hoy decido confiar en Ti en esto..
About this Plan
¿Estás cansado de sentir tristeza constante y querer aislarte aunque tienes todo de Dios? ¿De salir de la iglesia con ganas de conquistar el mundo para que dos días después ya no tengas esperanza? Si es así, este Plan de 10 días es para ti. A través de verdades bíblicas y de un entendimiento más profundo de tu alma (intelecto, emociones y voluntad), podrás detener la vergüenza por sentir depresión y los juicios contra ti mismo por sentirte un “mal cristiano”, mientras invitas a Jesús a guiarte en el camino de la sanidad emocional que tanto anhelas.
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