Matrimonio

Si el Señor no construye la casa, el trabajo de los constructores es una pérdida de tiempo. Si el Señor no protege la ciudad, protegerla con guardias no sirve para nada (Salmos 127:1).

Dios creó el matrimonio para que un hombre y una mujer se unieran en una sola carne. Muchas veces he pensado y se lo he preguntado a Dios, ¿si Tú creaste el matrimonio por qué me es tan difícil entenderme con mi pareja? ¿Por qué hay tantas diferencias entre nosotros? ¿Por qué es tan difícil la convivencia?

Somos tan diferentes los hombres y las mujeres, somos tan únicos y especiales cada uno que para poder congeniar y estar unidos como Dios lo pensó, tenemos que ponerlo por primero a Él y comenzar a obedecer Sus mandatos. Poner en orden nuestra casa y no dejar de comunicar nuestros pensamientos y sentimientos, pero siempre haciéndolo con amor y no con gritos o criticas, ni con juicios y quejas.

La Biblia dice que la palabra suave calma la ira, recordemos esto al hablar con nuestra pareja. Recordemos también cada una de sus virtudes, todo aquello que tanto nos agrada y resaltemos lo bueno qué hay en él o ella. Si tú te pones a pensar solamente en todos sus defectos, en lo que te desagrada, llegará un momento en el cual tu corazón comenzará a sentir que no hay amor y las diferencias serán más grandes cada dí. De lo que hay en tu corazón habla tu boca, así que cambia la crítica por reconocimiento de todo lo bueno qué hay en tu pareja, cambia los gritos o las ofensas por palabras suaves llenas de amor. Trata que siempre haya una comunicación sana, que puedan platicar de todo sin lastimarse, háganlo de tal manera que esto los edifique y los una.

El amor no busca lo suyo, recuerden lo que Dios unió no lo separe el hombre.

Pensando en...

Dios me dio una pareja, para cada día compartir, es mi pareja de vida, en mí confía y yo también le doy mi confianza. Su cualidad es la honestidad, su valores, su sinceridad y el buen trabajo que desempeña. Es parte del pueblo de Dios. Tiene un mejor amigo y su nombre es Jesús. Mi pareja es con quién comparto cada día mis tristezas y alegrías. Dios me dio una pareja de vida, juntos estamos en tiempos buenos y malos, estamos unidos en el amor de Dios.

Mi amada pareja de vida, ¡cuánto te amo! ¡Cuánto te admiro! Mi pareja de vida, mi buen compañia.

Oración.

Padre hemos pecado con nuestro pensamiento y palabra, no hemos obedecido Tus mandatos y nuestro corazón se endureció, nuestra mente se lleno de malos pensamientos y nuestra boca hablo juicio y critica. Sana nuestros corazones y nuestras mentes. Llénanos Espíritu Santo, guíanos y danos sabiduría para caminar juntos y unidos en Tu amor en obediencia a Ti. En el nombre de Jesús, amén.