La Palabra de Dios: ¡Vívela!Sample

La influencia de la Palabra en el niño

«Dejen que los niños vengan a mí, y no se lo impidan, porque el Reino de Dios es de quienes son como ellos»

Mateo 19:13-15

Desde mi niñez, la semilla de la Palabra viva fue sembrada en mi corazón, y aunque en esos momentos, no todo lo entendía, tiempo después pude ver germinar frutos de lo aprendido en mi crianza.

Mi padre Ramón y mi madre María asumieron el compromiso de guiarnos como hijos en el camino de la salvación, haciendo suyo Proverbios 22:6: «Instruye al niño en su camino, y aun cuando fuere viejo no se apartará de él».

Es tan conmovedor para mí, aún hoy, recordar cuando nos reuníamos en la sala de nuestra casa para orar y leer juntos la Palabra de Dios. Cada mañana, junto al resto de la familia, viví mis primeras experiencias de adoración y alabanza en la sencillez de nuestro hogar. Ese fue uno de los mejores escenarios que he pisado. Allí aprendí el valor y la importancia de tener intimidad con el Señor.

De la mano de mis padres aprendí que la adoración no se trata de nosotros ni tiene como objetivo la recolección de méritos personales, sino la complacencia del Señor. En medio de todos estos momentos surgió la importancia de mi desarrollo personal y espiritual, incluso, allí me encontré con la música, donde mis mejores instrumentos eran las palmas de mis manos y mi voz.

Nunca pensé que la música sería mi ministerio, solo me concentré en ofrecer lo mejor de mí para agradar el corazón de Dios a través de mi voz y mi alabanza. Estaba muy agradecido por su fidelidad y gratitud hacia el sacrificio que Él hizo primero.

Tanto mis hermanas como yo hemos guardado las enseñanzas que recibimos como hijos amados y permitimos que nos transformaran en hombres y mujeres firmes en nuestra fe. Y por experiencia aprendí la importancia de enseñar a los niños en la casa y en la iglesia, aunque a veces hagan travesuras, como es natural. Las enseñanzas recibidas nos guían a crecer y desarrollar el propósito de Dios para nuestra vida.

No dejes de reunir a tu familia y tener un momento de devocional juntos. A su tiempo verás el fruto de lo sembrado.

Por Robert Green - Escritor, adorador y vocalista de Grupo Barak, Santo Domingo, República Dominicana.