A través del lente divino.Sample
Eres perdonado.
Una de las cosas que más nos cuesta dejar de hacer es vivir en el pasado. Revivir una y otra vez un momento en tu cabeza provoca que también revivas el sentimiento, ya sea felicidad, enojo, dolor o vergüenza.
Esta es una de las razones por las que se nos hace difícil perdonar, pues no dejamos ir ciertas cosas que nos hicieron daño. En vez de eso, nos aferramos y pensamos en ellas con frecuencia.
Ahora, cuando se trata de perdonarnos a nosotros mismos el nivel de dificultad aumenta mucho más. ¿Te ha pasado que recuerdas algo que hiciste o que le dijiste a alguien y te sigues sintiendo mal? Aún si esto pasó hace mucho tiempo, o si esa persona ya te perdonó. Esto sucede porque somos nuestros mayores críticos, y solemos recordarnos cada día los errores que cometemos, lo que nos falta o lo que tenemos de más, cuando no debería ser así.
No dejarías que una persona viviera constantemente repitiéndote lo que hiciste mal, mucho menos si estás haciendo las cosas bien. Entonces, tú tampoco deberías hacerlo. Recuerda que en este mundo nadie es perfecto, todos hemos fallado y pecado, y el único que tiene derecho a juzgarte, no lo hace. Más bien, te abre los brazos y promete no acordarse de tu pecado nunca más.
Si sientes que tu vida está llena de remordimientos, que no mereces ser feliz, si sigues fallando porque una vez ya lo hiciste, ve a Dios. Entrégale todas tus aflicciones y cargas. Él te perdonará y te hará una nueva criatura. Cuando vas a Dios, tienes una nueva oportunidad de comenzar y una hoja en blanco para escribir una mejor historia.
Cuando esos pensamientos vuelvan a tu mente, reemplázalos diciendo: soy perdonado.
Hasta Pedro, que negó a Jesús tres veces, fue recibido con amor por Él. Adán y Eva, quienes desobedecieron a su Creador, recibieron una segunda oportunidad. El hijo pródigo cuando volvió arrepentido a su casa, fue recibido con un gran abrazo y una fiesta. Tú y yo que fallamos, también somos recibidos, amados y perdonados por el Padre.
Leslie Ramírez
Scripture
About this Plan
Cada día luchamos con voces en nuestra cabeza que nos dicen que no podemos, que no tenemos lo que se necesita. Son mentiras que el enemigo quiere hacernos creer, pero al repetirlas tanto en nuestra mente podemos cometer el error de pensar que son una realidad. Quiero que hoy empieces a verte a través del lente divino. Acompáñame a conocer quiénes somos a la vista de nuestro Creador.
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