«¿Dónde Está Tu Tesoro?»Muestra
«Mira como Jesús miró»
Mira como Jesús miró. Siente como Jesús sintió. Ama como Jesús amó. Jesús vio gente. Él miró profundo en sus ojos y dentro de sus almas. Él miró a cada persona como alguien importante para Dios. Él vio gente, como quienes eran especiales a la vista de Dios. Jesús vio gente como nadie jamás las había visto. Jesús sentía por la gente. Su corazón rebozaba de gentil compasión. Él sintió por quienes tenían necesidades especiales. Él sintió por quienes estaban desamparados. Él sintió por gente que estaba acosada por una avalancha de problemas. Él sintió por los que eran rechazados y señalados en la sociedad. Él sintió por sus amigos. Él sintió por los hambrientos. Profundos sentimientos inundaron el corazón de Jesús cada vez que encontraba gente en dolor. Jesús sintió por la gente, como nadie ha sentido jamás.
Jesús amó a la gente. ¿Cómo amó a la gente? Le importó. Lloró. La curó. La tocó. Les enseñó. Los reprendió. Los perdonó. Él murió. Nadie jamás, ha amado a la gente de la manera en que Jesús lo hizo.
Mira como Jesús miró. Siente como Jesús sintió. Ama como Jesús amó. Esto es verdad para toda la gente en tu mundo. Comienza por tu esposa. Tus hijos. El colega gruñón en el pasillo. Tu jefe difícil. El hombre que seca tu carro en el lavado de autos. El vecino solitario en la cuadra. El presumido en el gimnasio. El amigo quien te defraudó. Tu padre, quien todavía trata de controlarte. El empleado grosero en el centro comercial. El ruidoso entrenador, que se considera un sabelotodo, del equipo de fútbol de tu hijo. Tu amigo no cristiano, que tiene las ideas más extrañas. La mujer en tu grupo pequeño, quien se ofende por las cosas más insignificantes. Tu maestro en el colegio o la universidad, a quien no se le entiende nada, y cree que sabe todo. Al policía de tránsito que te pone una multa. Al político que engañó en su campaña electoral. Cada uno y todas las personas en tu mundo. Mira como Jesús miró. Siente como Jesús sintió. Ama como Jesús amó.
Escrituras
Acerca de este Plan
El dinero es el rival de Dios en el corazón humano. Nuestro significado, nuestro sentido de valor, nuestro sentido de seguridad, todo esto en realidad depende del dinero y las cosas que poseemos, aunque no debería ser así. La seguridad se puede encontrar en el dinero y las cosas, o se encuentra en Dios. ¿Qué es primero en tu vida, el dinero o Dios? Seguramente todos diremos, por supuesto que Dios es primero, pero, en realidad, ¿es así?
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Nos gustaría agradecer a Jeff Wells y a El Centro Network por proporcionar este plan. Para más información de estas organizaciones ingresa a http://www.jeffhwells.com y http://elcentronetwork.com