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«Dios en primer lugar en nuestras vidas»

Jesús nos dice, que si ponemos a Dios en primer lugar en nuestras vidas, Dios proveerá para nuestras necesidades. No para lo que queremos, sino para nuestras necesidades. ¿Cómo buscamos primero a Dios? Esto significa que buscamos a Dios en su Palabra y la oración diaria. Obedecemos a Dios aun cuando es difícil. Regularmente adoramos a Dios con la comunidad de fe. Damos alegre y generosamente. Nosotros seguimos los sueños de Dios y no nuestros sueños. Consideramos que nuestra vida no nos pertenece a nosotros, sino a otro, a aquel quien murió por nosotros. 

Eso significa que yo reconozco que mi vida no se trata de mí, sino sobre Cristo. Yo vivo para exaltar su nombre, no mi nombre. Yo vivo por su reino, no mi reino. Yo vivo por su voluntad, no mi voluntad. No importa lo que suceda, pongo a Jesucristo primero. Aquí hay un ejemplo.

Hace cien años, William Borden, heredero de la fortuna del diario Borden, graduado de un colegio de Chicago. Su padre le dio tres cosas, dinero para un viaje alrededor del mundo, un empleado para que fuera con él, y una Biblia. Borden viajo a través de África, parte de Asia y Europa, donde vio mucho sufrimiento y dolor. En la última página de su Biblia escribió dos palabras: «Sin reservas».

Después de graduarse de la Universidad de Yale, rechazó ofertas de Wall Street y del negocio familiar. Jesucristo había capturado su corazón y sintió su llamado al campo misionero. Decidió entrar al Seminario Teológico de Princeton y escribió otras dos palabras en la página final de su Biblia: «Sin retroceder».

Tres años después, se graduó y navegó hacia China para trabajar evangelizando a los musulmanes. Mientras estaba en Egipto, fue afligido con meningitis cerebral y murió en treinta días. Tenía veinticinco años. Su padre, hojeando la Biblia de su hijo, encontró una tercera frase: «Sin arrepentimientos».

Esta era la perspectiva de un hombre joven quien puso a Cristo primero, quien dejó todo por Cristo. Escribió en la última página de su Biblia: Sin reservas, sin retroceder, sin arrepentimientos.