Amado Bebé: un plan de 7 días, después de la pérdida de un embarazo Muestra

Hoy vestimos de negro en los funerales. ¿Sabías que la tradición de vestirte para expresar tristeza en realidad hace referencia a los tiempos bíblicos? "Y Jacob se rasgó las vestiduras y se vistió de luto, y por mucho tiempo hizo duelo por su hijo" (Génesis 37:34 NVI). Vestirse de luto (arpillera) era el equivalente a vestirse de negro para nosotros.

Nuestros tiempos modernos no indican el traje adecuado para el duelo. De hecho, nuestro dolor es invisible para muchos. Pero sentimos que usamos prendas que pican, ¿no? Sentimos el peso del daño, el pinchazo constante en nuestras almas, el velo que desarticula nuestra propia visión. La diferencia entre los tiempos antiguos y los actuales es que el signo externo de dolor ha sido eliminado. Nuestro dolor solo viste nuestras almas.

No estoy sugiriendo que revivamos la tradición del atuendo de luto, pero es interesante ver que históricamente había una señal exterior que decía: "Me duele por aquí. Déjame llorar. Ora por mí. No me olvides".

A pesar de que nuestra cultura no nos da un protocolo, especialmente en el caso de la pérdida del embarazo, debemos permitirnos llorar. Está bien no estar bien y sentir la oscuridad del dolor. Esto se llama duelo. El duelo llega antes que la comodidad. Es un proceso bíblico de afrontamiento. Otros podrían minimizar nuestro dolor, pero la Biblia nos dice que estamos llamados a llorar. Abraham lloró la pérdida de su esposa. El guerrero David lloró. Nuestro Salvador Jesús lloró. Y tú también debes confontrarte con tu duelo. Está bien llorar.

Otros podrían minimizar tu pérdida o emitir comentarios hirientes. Pero por favor, recuerda que tus lágrimas son dignas. Tu bebé, que reside en el cielo, es amado. Puedes estar triste por esto, pero sabe que tu pequeño está ahora en un estado de completa perfección.