Amado Bebé: un plan de 7 días, después de la pérdida de un embarazo Muestra
Plazos. Objetivos. Planes. Nos encanta el orden, ¿no?. Nuestra sociedad nos ayuda (erróneamente) a creer que podemos planificar nuestras familias, la licencia por maternidad y la cantidad de años entre hermanos. Las compañías farmacéuticas rebosan de opciones para la prevención del embarazo. La gente se pelea por tomar decisiones. Hablamos de formar una familia como si estuviéramos haciendo planes para cenar.
Por lo tanto, debe ser más difícil prevenir un embarazo que quedar embarazada y tener un bebé. Estás bajo las sábanas, y nueve meses después das a luz, ¿verdad? Caramba.
¿Pensaste que tú también podrías planificar tu vida?
No solo nos afligimos por nuestro hijo, sino que también porque nuestros planes fallaron. Y debido a que creemos falsamente que somos nosotras quienes tenemos el control de nuestras vidas, a menudo (erróneamente, debo agregar) nos sentimos fracasadas. Nuestras almas comienzan a enviar el mensaje falso y aplastante: Mi cuerpo me falló. ¡Le fallé a nuestro bebé! Nuestra alma grita, ¡Esto no era parte de mi plan! ¡Pensé que se suponía que esto iba a ser fácil! ¿Tener un bebé no es parte del felices para siempre?
Aquellas que hemos experimentado pérdidas ahora somos almas cambiadas. Pero la muerte de tu hijo no es tu culpa. Desafortunadamente, se nos promete una vida de penurias. Juan 16:33: " Yo les he dicho estas cosas para que en mí hallen paz. En este Yo les he dicho estas cosas para que en mí hallen paz. En este mundo afrontarán aflicciones, pero ¡anímense! Yo he vencido al mundo".
¿Ves esa promesa? Ay. Verás, nuestras vidas no prometen ser pura felicidad. En realidad, se nos prometen vidas que se entremezclan con problemas. La tierra no es el lugar donde existe la felicidad pura. Por eso anhelamos el cielo, un lugar libre de sufrimiento.
¿Puedo susurrarles una promesa para ayudarles en los próximos días? Aunque tu bebé murió en la tierra, tu bebé nació en el cielo. Este no es el plan que habrías elegido, pero hay una promesa absoluta.
Nuestro corazón sufre ahora mismo en el presente, pero existe la promesa que un día saludarás a tu hijo. Es en este lugar donde la felicidad gloriosa existirá para siempre. Confía en que en el futuro: “Él les enjugará toda lágrima de los ojos. Ya no habrá muerte, ni llanto, ni lamento ni dolor, porque las primeras cosas han dejado de existir” (Apocalipsis 21:4).
Escrituras
Acerca de este Plan
Una de cada cuatro mujeres experimentan la pérdida de un bebé. Es un duelo complicado y desgarrador. En estas lecturas diarias, la autora Sarah Philpott camina junto a los lectores mientras experimentan una vergüenza equivocada, desolación, y una desesperación aplastante que acompaña a la confusión del aborto espontáneo y la muerte del bebé. Sarah ayuda a dirigir a los lectores hacia la esperanza de Cristo y la promesa de que nuestros hijos están en el Cielo. Este devocional está basado en el libro de Philpott, Amado bebé : 31 devociones que te ayudarán a sobrellevar el duelo y la pérdida de un embarazo .
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