Amado Bebé: un plan de 7 días, después de la pérdida de un embarazo Muestra
Me senté en el inodoro frío, sangrando, con contracciones. No necesitaba un médico para decirme que mi bebé se había ido. Ya no estaba embarazada. No iba a decorar una habitación. No iba a dar a luz en noviembre.
Es difícil cuando nuestro mundo simplemente se detiene. Nada tiene sentido. La niebla desciende. Nos sentimos robadas, rotas y traicionadas por nuestros propios cuerpos.
Puedes haber sentido la sangre. Puedes haber visto la imagen de ultrasonido. Es posible que hayas escuchado la frase devastadora: "No hay latido." La enfermera podría haberte llamado y haber dicho que tus niveles de HCG estaban bajando. Puede que te hayas duplicado en dolor por tu embarazo ectópico. Tu bolsa podría haberse roto demasiado pronto. Tu bebé podría haber nacido por cesárea. Es posible que hayas sentido los dolores del parto y hayas dado a luz a tu bebé perfectamente formado, cua respiración era débil.
Nuestras vidas cambiaron para siempre. Todas tenemos reacciones diferentes, pero la mayoría reportamos shock y confusión.
Siento mucho que estés vivendo esta pesadilla donde la ira, la culpa, la tristeza, la soledad, el anhelo, la ansiedad y la depresión se juntan. Sin mencionar que has enfrentado un inmenso dolor físico para lo que no estás preparada.
¿Qué vamos a hacer? ¿Vamos a dejarlo a un lado o sentir todas las sensaciones?
La investigación del dolor sugiere que debemos abrazar estos sentimientos. No hay manera de evitar el dolor. Tenemos que pasar por ello. Estás triste. Quieres gritar. Extrañas a tu hijo y anhelas encontrar una razón significativa para tal pérdida.
Debemos tomar decisiones diarias para trabajar a través del duelo. Esto no significa que haya una cura para el dolor, pero puede darnos una sensación de orden a nuestras emociones y ayudarnos a llegar a un lugar donde la tristeza y la paz coexisten. Mi madre dio a luz a su primer hijo a los siete meses. Nació dormido. Ella dice: "El dolor y la culpa que apuñala el corazón desaparecen. Eventualmente será reemplazado por la aceptación amorosa y el conocimiento de que se verán de nuevo en el cielo".
Ahora mismo sigues en esa cruda etapa de duelo. La fe significa confiar en planes que no deseamos. Aunque tengamos miedo, debemos confiar en Dios para que nos guíe a través de este valle mientras descansamos en la promesa del cielo.
Escrituras
Acerca de este Plan
Una de cada cuatro mujeres experimentan la pérdida de un bebé. Es un duelo complicado y desgarrador. En estas lecturas diarias, la autora Sarah Philpott camina junto a los lectores mientras experimentan una vergüenza equivocada, desolación, y una desesperación aplastante que acompaña a la confusión del aborto espontáneo y la muerte del bebé. Sarah ayuda a dirigir a los lectores hacia la esperanza de Cristo y la promesa de que nuestros hijos están en el Cielo. Este devocional está basado en el libro de Philpott, Amado bebé : 31 devociones que te ayudarán a sobrellevar el duelo y la pérdida de un embarazo .
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