Conversaciones con DiosMuestra
Percibir y disfrutar la voz de Dios se ha convertido en la aventura más emocionante de mi vida. Su voz trae Su esencia y abrazo. Mientras habla, me abruma con Su amor. Así que percibir Su voz es un encuentro con él.
La experiencia me ha demostrado que no debo temer que Jesús hable porque Su voz trae Su presencia, y Su persona siempre es amable, incluso al corregir. Él honra como un novio honra a su novia. Su constante bondad me enseña a confiar en Él.
Mi primer indicio de que el Señor está hablando es que Su voz atrae mi atención. A veces Su comunicación es inconfundible. Pero Sus palabras también pueden sonar como mis propios pensamientos e imaginación o la entrada de quienes me rodean. Entonces me pregunto: “¿Está el Señor hablando o solo estoy engañado por mi propia mente, voluntad y emociones?”
Le pregunté al Señor sobre el dilema de identificar Su voz. Lo que me reveló me sorprendió. Dijo que el noventa por ciento de las veces, cuando me detuve el tiempo suficiente para preguntarme si estaba hablando, en verdad era Su voz. Entonces me horroricé porque tantas veces había desestimado Sus susurros que resultaba en una flagrante desobediencia. Mi regla si tengo que detenerme y preguntar: “¿Es este el Señor?” ¡Probablemente sea Dios! El discernimiento sobre cómo proceder por tanto sigue al reconocimiento de que Él está hablando.
Anhelo ahora la comunicación del Señor. Sus pensamientos son pura sabiduría, tan opuestos a mis inclinaciones naturales. Cuando Él habla, Él trae la verdad para llevar, ampliando mi entendimiento limitado con Su consejo. En medio de Su nueva revelación o instrucción, a menudo encuentro que mi comprensión ha cambiado tan inesperadamente que en un momento no sé, no estoy consciente; al momento siguiente, sé algo tan concluyente que involuntariamente digo: "¡Oh! Ahora comprendo”.
A medida que mi espíritu percibe Su comunicación y presencia inmanente, la paz a menudo entra y se extiende, o la alegría pura brota desde dentro. Las lágrimas espontáneas pueden seguir. Creo que es Su bondad la que invoca una respuesta en muchos niveles. Su voz invoca mi respuesta, que se convierte en el siguiente segmento de nuestra conversación en curso.
Acerca de este Plan
Conversaciones con Dios es una inmersión gozosa en una vida de oración más íntima, enfatizando maneras prácticas de escuchar la voz de Dios. Dios quiere que disfrutemos de una conversación continua con Él toda nuestra vida, una conversación que marca toda la diferencia en la dirección, las relaciones y propósito. Este Plan está lleno de historias transparentes y personales acerca del alcanzable corazón de Dios. ¡Él nos ama!
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