Conversaciones con DiosMuestra
A veces el siguiente paso en la oración es dejar ir. Este altar del alma es un momento y lugar específico donde liberamos o sometemos nuestra voluntad a Dios y dejamos el resultado en Su control. En estos momentos ponemos las partes más queridas de quienes somos y de quienes amamos delante de Él y retrocedemos, sin saber qué sucederá después. Este momento solitario y suspendido puede sentirse peligrosamente arriesgado.
Dejar ir es una oración relacional centrada en una relación de amor con Jesús. Porque Él sabe que la liberación de nuestra voluntad por nosotros mismos y aquellos a quienes amamos pueda estar llena de dolor. Él lo sabe por experiencia personal: Jesús nos sostiene en medio de ello. En el acto de liberación, el Espíritu otorga una oleada de gracia, y Su presencia se convierte en la bendición. ¡Alabado sea Su nombre! Cuando nos dejamos ir, caemos libremente en los brazos del Amor.
Haz
pausa conmigo y recuerda a los héroes bíblicos, históricos y actuales que más han impactado nuestras vidas. Uno de los puntos en común notables de aquellos a quienes admiramos es su experiencia en el altar. En ese momento, su voluntad predeterminada se detiene frente al propósito superior de Dios para sus vidas, y eligen someterse, incluso si eso significa sacrificio o sufrimiento. Inevitablemente, la agonía de su renuncia es su momento clave, y los eventos que siguen traen una influencia duradera. De la misma manera, cuando rendimos nuestra voluntad preconcebida y tomamos la voluntad y el llamado de Dios, nos unimos a la gran historia épica, una aventura del Reino que nos llevará más allá de nosotros mismos.
Pero, ¿qué sucede si vemos el valor de la oración de renuncia, pero aún tenemos demasiado miedo para orarla? La siguiente mejor oración es: "Señor, estoy dispuesto a que se me haga dispuesto". Este lanzamiento en el medio, libera Su fuerza para comenzar a hacer posible la transacción completa. [No en tu propia fuerza] “porque Dios es quien obra en ustedes tanto el querer como el hacer para Su buena intención" ( Fil. 2:13 NBLA). Podemos confiar en Dios en cada fase de la renuncia. Nada es demasiado difícil para Él, y todo lo que amamos está a salvo con Él.
Acerca de este Plan
Conversaciones con Dios es una inmersión gozosa en una vida de oración más íntima, enfatizando maneras prácticas de escuchar la voz de Dios. Dios quiere que disfrutemos de una conversación continua con Él toda nuestra vida, una conversación que marca toda la diferencia en la dirección, las relaciones y propósito. Este Plan está lleno de historias transparentes y personales acerca del alcanzable corazón de Dios. ¡Él nos ama!
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