Callos en El CorazónEjemplo

Señales de un corazón endurecido.

Antes de empezar este viaje hacia las profundidades de nuestro corazón, debemos comprender qué es el corazón a fin de que lleguemos a donde realmente queremos llegar, la raíz de aquellos callos que nos impiden avanzar en el propósito de Dios para nuestras vidas.

Actualmente, en muchas culturas el corazón trasciende su función biológica para representar los aspectos más profundos de la experiencia humana, como las emociones y los sentimientos.

En la cosmovisión hebrea el corazón fue considerado como el centro de la vida tanto emocional, espiritual e incluso intelectual de una persona. Se creía que el corazón era el asiento de las emociones, los deseos, la voluntad y el pensamiento. Es por eso que, cuando en la Biblia se habla del corazón, se alude netamente a la totalidad del ser interior de una persona. El corazón es el centro de comando, es decir, nuestra esencia como persona.

En nuestra vida diaria, enfrentamos situaciones y desafíos que, con el tiempo, pueden endurecer nuestro corazón. De la misma forma en que nuestros pies pueden desarrollar callos debido al constante roce y presión, nuestro corazón también puede formar y anidar callos debido a las heridas, decepciones y otros impactos negativos que experimentamos en la vida.

En Marcos 6:52 vemos a los discípulos de Jesús quienes, a pesar de conocer a Jesús y haber presenciado el milagro de la multiplicación de los panes y los peces, no habían entendido el significado de ello porque tenían el corazón demasiado endurecido como para asimilarlo.

Esto nos lleva a examinar nuestra vida de manera más profunda y a considerar qué callos hemos arraigado en nuestro corazón, impidiéndonos percibir y entender las obras de Dios en nuestra vida, nuestro entorno y nuestras relaciones interpersonales, como también en otros aspectos.

Reconocer y abordar las áreas endurecidas de nuestro corazón nos permite avanzar en nuestro propósito.

La condición de nuestro corazón es crucial, principalmente en nuestra relación con Dios, puesto que, un corazón endurecido es insensible a su voz y tiene dificultades para percibir claramente lo que Él está haciendo. Del mismo modo, afecta tanto la relación con una misma como también con los demás, ya que los callos nos vuelven menos receptivas, orgullosas, inflexibles emocionalmente, tratamos a los demás con dureza, etc. Es por eso que reconocer las señales de un corazón endurecido es el primer paso para sanar, de esta forma podemos abrirnos a una vida más auténtica y plena, en donde nuestro propósito poco a poco va tomando forma.

En consecuencia, nuestra relación con Dios, con una misma y con los demás pasan a un plano más profundo y significativo.

Pregúntate, ¿qué callos emocionales hemos desarrollado que podrían estar impidiéndonos percibir y experimentar plenamente nuestro propósito en la vida?

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