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El Poder De PerdonarEjemplo

El Poder De Perdonar

DÍA 4 DE 5

El poder de perdonar

El perdón es una decisión, no necesitas tener sentimientos cálidos y agradables antes de perdonar. El poder está disponible tan pronto como lo elijas. Cuando Jesús envió al Espíritu Santo, se nos dio el poder de perdonar incluso las peores ofensas, tienes el poder ahora mismo porque el Espíritu de Dios vive en ti (Romanos 8:11). No tienes que esperar a que pase cierto tiempo. Simplemente decide: Voy a perdonar.

Así que permítame ofrecerle algunos pasos prácticos para ayudarle a tomar esta decisión.

El perdón empieza por admitir, "Me han hecho daño".

Es difícil admitirlo, sobre todo si te consideras una persona fuerte. Admitir que nos han hecho daño nos hace sentir vulnerables pero una vez que te armas de valor para admitir que te han hecho daño, has abierto la puerta para poder perdonar.

El siguiente paso es admitir cómo te han herido. Tienes que nombrar el daño y la vergüenza; me traicionaron, me mintieron, me abandonaron, me rechazaron, tienes que decírtelo en voz alta. Si quieres, puedes usar lo siguiente como ejemplo de lo que debes decir:

Nombre de la persona traicionó mi confianza y la utilizó para aprovecharse de mí. Me hizo daño.

Nombre de la persona me mintió y luego dijo mentiras sobre mí. Me hizo daño.

Nombre de la persona traicionó la confianza de mi familia. Hizo daño a mi familia.

Nombre de la persona me abandonó. La persona que debería haberme protegido me dejó solo.

Este es un proceso intenso, así que no recomiendo hacerlo solo. Pídele a un pastor o consejero profesional que entienda el perdón que te acompañe. Cuando tuve que perdonar a un pastor que me lastimó, un consejero me ayudó a hacerlo.

Admitir el daño implica duelo, tenemos que reconocer lo que hemos perdido. Tenemos que expresar nuestra tristeza por la pérdida, lo cual puede ser doloroso. Por eso muchas personas deciden que no quieren dar este paso, pero créeme, el coste de aferrarse al dolor es mucho peor que el dolor temporal de confesarlo y lamentarlo.

Después de expresar cómo me lastimó ese pastor y lo que perdí, mi consejera me dijo que repitiera las formas en que ese pastor me había lastimado, pero me hizo agregar una declaración final al final: "Pero elijo perdonarle por haberme hecho daño".

Fue incómodo volver a decirlo todo en voz alta pero el alivio que sentí fue increíble. Fue como si recuperara la esperanza y la perspectiva. No era una víctima, estaba eligiendo perdonar a alguien que me había hecho daño, era mi elección y lo que es más importante, aceptaba la gracia de Dios para perdonar y eso liberaba paz en mi vida.

Y luego hay un último paso: Tienes que recordarte a ti mismo tu decisión. Recuérdatelo cuando te despiertes, recuérdatelo cuando pienses en lo que hizo esa persona, recuérdatelo antes de acostarte. Sabrás que has perdonado de verdad cuando recuerdes la herida y no sientas enojo sino solo paz.

Una de las formas más rápidas de decidir qué medidas debes tomar para llevar a cabo tu decisión de perdonar es preguntarte a ti mismo: ¿Cómo respondería a esa persona si realmente la hubiera perdonado y hubiera dejado ir el dolor completamente?

Entonces hazlo, y no te sorprendas si encuentras una sensación de paz abrumadora mientras caminas en el poder del perdón. El perdón siempre conduce a la paz interior, una paz profunda que va más allá de la comprensión.

Día 3Día 5

Acerca de este Plan

El Poder De Perdonar

Jesús dio el ejemplo de cómo perdonar. Ahora nos llama a la difícil tarea de perdonar a quienes nos han hecho daño. La buena noticia es que nos da el poder de perdonar y dejarlo ir. En este plan de lectura, Joël Malm habla sobre algunos de los mitos del perdón y cómo caminar en el poder que Dios ofrece para perdonarnos a nosotros mismos y a los demás.

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Nos gustaría agradecer a Joël and Jonathan Malm por proporcionar este plan. Para obtener más información, visite: joelmalm.com/espanol