Este Es El Camino: Un Viaje De 30 Días a Través Del Libro De Los HechosMuestra
Genuino hasta el final
por Joakim Lundqvist
"Nosotros no podemos dejar de hablar de lo que hemos visto y oído" -- Hechos 4:20 (NVI).
Los miembros del Sanedrín, el consejo judío de Jerusalén, ¡estaban asombrados! Frente a ellos había dos hombres comunes y sin educación que acababan de recibir una seria advertencia de nunca más hablar ni enseñar en el nombre de Jesús. Pedro y Juan deben haber sabido que desobedecer tal mandamiento significaría flagelación, cárcel o incluso la muerte. Aun así, la audacia en sus ojos y la confianza en sus voces dejaron claro al consejo que poco les importaba lo que ellos ordenaran.
¿Por qué? Porque habían oído algo, y habían visto algo. Habían escuchado la enseñanza dadora de vida de su Maestro, Cristo Jesús, y habían visto su enseñanza cobrar vida en un estilo de vida en congruencia con ella. Y a medida que su vista y oído se fundían en un ejemplo armonioso de lo que era el reino de Dios, ¡se convirtió en un fuego dentro de sus corazones que nadie podía apagar!
Esta pasión ardiente ha durado más de dos mil años. Todavía hoy, pocas cosas son más impactantes en este mundo que los seguidores de Jesús que encarnan sus enseñanzas tanto en palabras como en hechos, creyentes que comunican el evangelio tanto lo visto como lo oído. Podrías describirlos como personas que "hablan por convicción" y "predican con el ejemplo".
Hace muchos años, mi familia y yo fuimos de vacaciones a la isla de Chipre en Grecia. Durante nuestro viaje visitamos un parque acuático con toboganes increíblemente rápidos y salvajes, a tal extremo que es una maravilla que las autoridades locales no lo hubieran cerrado.
¡Lo pasamos muy bien y nos subimos a todos los toboganes acuáticos emocionantes y palpitantes! Al final del día, bajé uno tan rápido que cuando me lanzó a la piscina, golpeé el agua con tal fuerza que me rompí el dedo. Y aún más desafortunado, que fue el dedo anular en mi mano izquierda, el que tenía mi anillo de bodas. Inmediatamente comenzó a hincharse, así que lo tuve que cortar, ¡el anillo, no el dedo!
Cuando vi los extremos del anillo cortado, me di cuenta de que era por completo de oro. Esto no fue una sorpresa, pero me recordó algo: la definición de oro real y genuino es que debe ser oro en su totalidad, el mismo material tanto en el exterior como en el interior. Esta definición es la misma para un cristiano verdadero y genuino. Lo que está en el exterior, lo que todo el mundo ve, debe ser tan genuino como lo que hay en el interior, la vida oculta que solo tú y Dios conocen.
Dios no es el único que busca lo genuino y real. Al mundo entero le atrae porque, en el fondo, todos fuimos creados para vivir vidas genuinas, reales y honestas, en todo momento iguales.
El anhelo y el deseo de ser reales pueden llevar a las personas a abrazar ideologías extremas simplemente para sentirse radicales y genuinas. ¿Por qué tantos jóvenes seguían a líderes destructivos como Hitler, Stalin y Lenin? Porque estos líderes eran fervientes y apasionados, hasta en sus creencias inmorales e impías, y esa autenticidad atrajo a los jóvenes. ¡Eso los atrajo!
Por otro lado, hay personas que afirman tener fe en Dios y convicciones profundas, pero en realidad solo mantienen las apariencias. No son genuinos y, a veces, parecieran falsos. Fue así como la gente veía a los fariseos en el Nuevo Testamento, y dio como resultado toda una sociedad que asociaba a Dios y a su reino con palabras vacías, y leyes y normas sin vida ni poder.
Jesús reaccionó fuertemente contra este tipo de personas. A quienes envió para representar su reino y predicar su evangelio eran personas sencillas, sin educación y bastante imperfectos. Pero eran genuinos. Genuinos en su pasión por Él. Genuinos por haber visto y oído algo que no podían guardarse para sí mismos. Genuinos al cometer errores en arrepentirse y volver a Jesús en lugar de poner excusas, ocultar sus errores o esconderse.
Nuestro mundo anhela ver cristianos genuinos en su propia generación. Alabado sea Dios por los pastores, evangelistas y predicadores, pero nadie es un testimonio más fuerte de Jesús que alguien que es parte de la vida cotidiana de una persona. Amigos, vecinos, compañeros de estudios, colegas de trabajo y familiares observarán la forma en que vives y tus valores para tomar nota de lo es genuino. ¡Tu estilo de vida puede ser la única Biblia que alguien leerá!
No estás obligado a responder a todas las preguntas que te hagan, ni a tener éxito en todo lo que hagas o ser invencible, pero la gente sí necesita ver y oír que eres real en tu relación con Dios. Por eso es tan importante que tú y yo hagamos un inventario de nuestras vidas con regularidad, anotando lo genuino y lo que es simplemente una careta. Luego necesitamos tener la valentía de entregar esas caretas a Jesús y pedirle el poder de transformar esa parte de nuestras vidas en algo real, genuino y repetir lo mismo hasta el final. Que nuestros ejemplos iluminen el camino a la casa del Padre.
Oración
Padre, gracias por las cosas que escuché y vi, porque conozco que Tú eres quien dices ser. Quiero ser valiente como Pedro y Juan y contarle al mundo acerca de tu gran amor. Si hay algo en mí que es falso o de apariencia, por favor elimínalo de mi vida. Me rindo a Ti, Señor, y te pido que purifiques mi corazón. Quiero vivir una vida auténtica y genuina para que los demás te puedan ver en mí. Gracias, Padre, por escuchar mi oración. En el nombre de Jesús, amén.
Activación
- Tómate un tiempo para examinar honestamente tus palabras y acciones. ¿Eres genuino en todo, tanto en tu vida pública como en tu vida privada? Considera las áreas en las que podrías estar poniéndote una careta o viviendo de manera incongruente con lo que crees.
- Toma el desafío de tener con alguien una conversación genuina sobre tu fe o tus valores. Comparte tanto tus convicciones como tus luchas, buscando la honestidad en lugar de la perfección.
- Considera tu interacción diaria con personas en el trabajo, en la escuela o en tu vecindario. ¿Cómo puedes plasmar lo que crees de manera práctica y visible para poder impactar a quienes te rodean? Considera una acción específica que pudieras tomar esta semana.
Para profundizar
Hechos 4; Salmos 51:10–13; Mateo 16:1–12; Mateo 23; 1 Corintios 3:11–16
Espíritu Santo, ¿qué me dices hoy?
Acerca de este Plan
Este poderoso devocional da vida al libro de los Hechos para los creyentes de hoy. Descubrirás cómo a través del poder del Espíritu Santo, los primeros cristianos revolucionaron su mundo y cómo tú puedes hacer lo mismo. Escrito por 30 voces diferentes que comparten revelación fresca e historias personales, te inspirará y te empoderará para impactar tu mundo, a caminar con valentía, sabiduría y autoridad sobrenatural.
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Nos gustaría agradecer a Gateway Church por proporcionar este plan. Para obtener más información, visite: gatewaypeople.com