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Salmo 103: ¿Por Qué Debemos Alabar a Dios?

DÍA 8 DE 8

Examinando el catálogo de las bendiciones recibidas de parte de Dios – parte V

Bendice, alma mía, a Jehová, y no olvides ninguno de sus beneficios. Él es quien perdona todas tus iniquidades, el que sana todas tus dolencias; el que rescata del hoyo tu vida, el que te corona de favores y misericordias; el que sacia de bien tu boca de modo que te rejuvenezcas como el águila (Salmo 103:2-5).

  • Él colma (sacia) de bienes tu vida y te rejuvenece como el águila.

Saciar es llenar, completar, experimentar bienestar.

Él satisface todas tus necesidades, y da vigor y vitalidad a tu vida. “Ningún hombre se llena de satisfacción sino solamente un creyente, y solamente Dios mismo puede satisfacerlo. Muchos en el mundo están llenos, pero ninguno está satisfecho” (Spurgeon).

El resultado de la obra de Dios, tanto de lo que nos salva como hacia lo que nos salva, es traer verdadera satisfacción a nuestras vidas. Dios trae verdadera satisfacción a nuestras vidas saciándonos de bien (no de mal como el Enemigo). Esta satisfacción se convierte en fuente de fuerza y energía para su pueblo (de modo que te rejuvenezcas como el águila).

Dios nos renueva a la imagen misma de la fuerza vivaz e incansable que hay en Él, de modo que te rejuvenezcas como el águila. "El rejuvenecer no consiste en regresar las experiencias de la vida sino en volver a revitalizarnos en el presente para seguir viviendo" (José Luis Báez).

La metáfora del águila es poderosa para expresar la vitalidad que Dios trae a la vida de su pueblo. El águila tiene una visión extraordinaria que puede ver a cientos de metros un objetivo para apresar, sus alas le permiten remontarse por encima de las tormentas y tiene la habilidad natural de reinventarse a sí misma y rejuvenecer.

Es Dios quien nos da las cosas buenas de este mundo, y quien también nos da el apetito y el gusto para disfrutarlas (Horne). Toda buena dádiva y todo don perfecto desciende de lo alto, del Padre de las luces, en el cual no hay mudanza, ni sombra de variación (Santiago 1:17). Isaías 40:30-31 nos presenta una imagen más descriptiva de esta acción que Dios hace con sus hijos. Los muchachos se fatigan y se cansan, los jóvenes flaquean y caen;pero los que esperan a Jehová tendrán nuevas fuerzas; levantarán alas como las águilas; correrán, y no se cansarán; caminarán, y no se fatigarán.

Con el correr del tiempo las fuerzas físicas disminuyen y llegan las flaquezas. El cansancio y el desaliento pueden alcanzar al creyente, pero las promesas revitalizadoras del Señor son dadas para todas las edades y circunstancias de la vida. “Por tanto, no desmayamos; antes aunque este nuestro hombre exterior se va desgastando, el interior no obstante se renueva de día en día” (2 Corintios 4:16).

Día 7

Acerca de este Plan

Salmo 103: ¿Por Qué Debemos Alabar a Dios?

El Salmo 103 es uno de los salmos más apreciados y amados de la Biblia, conocido por su elocuente expresión de alabanza y gratitud que surgen de un corazón profundamente agradecido y que ama a Dios. El Salmo 103 comienza con una exclamación exuberante de alabanza, la que refleja la vida total de David. Todo lo que estaba dentro de él, todo lo que era, cada fibra de su ser, estaba dedicado a bendecir el nombre santo de Dios. El entusiasmo de David estaba motivado por el recuerdo de los milagros que Dios había hecho en él.

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Nos gustaría agradecer a Arnoldo Arana por proporcionar este plan. Para obtener más información, visite: vidaefectiva.com