Logo de YouVersion
Icono de búsqueda

Salmo 103: ¿Por Qué Debemos Alabar a Dios?Muestra

Salmo 103: ¿Por Qué Debemos Alabar a Dios?

DÍA 2 DE 8

Un salmo escrito desde la experiencia

En este salmo no hay nubarrones en el horizonte, ni notas de tristeza en su música, sino una corriente ininterrumpida cargada del más puro agradecimiento por los beneficios personales recibidos de Dios y una desbordante alegría por la oportunidad de inquirir en Dios y expresarle su amor.

Muchos de los salmos de David recogen su dolor experimentado, sus quejas, sus ansiedades y aflicciones. Pero este salmo tiene un tono diferente. Es alegre, lleno de agradecimiento y gozo.

A veces el dolor de una circunstancia difícil, una enfermedad, un descalabro económico, una pérdida, una carencia, un deseo insatisfecho por años nos puede hacer olvidar quién es Dios y ser desagradecidos con Él. Muchas veces también nuestra memoria es corta, y le cuesta recordar las múltiples bendiciones de Dios en nuestra vida. Pero en este salmo David nos lo recuerda.

David es conocido por su profunda relación con Dios. Sin embargo, en este salmo él mismo se exhorta a profundizar su relación y adoración a Dios. La vida de David estuvo marcada por una serie de altibajos dramáticos. Desde sus humildes comienzos como pastor hasta su unción como rey, sus victorias en batalla, sus conflictos familiares, su reinado tumultuoso, sus graves pecados y su sincero arrepentimiento. Pero David reconoce la presencia amorosa de Dios a lo largo de su vida, en sus diferentes momentos y acontecimientos.

Estudiosos bíblicos creen que este salmo fue compuesto durante los últimos años de vida de David, quizás luego de haber atravesado una profunda crisis o de haber luchado con alguna enfermedad en sus últimos días.

En el salmo 103 David canta sobre su propia experiencia. Este salmo es una mirada retrospectiva por la historia de David, en la que medita, reflexiona y anima a su corazón a que recordase de las incontables veces en que Dios estuvo presente en su vida, acompañándole, ayudándole, protegiéndole, consolándole, durante su juventud, y luego como rey de Israel. David, repetidamente, enfrentó peligros, enfermedad, traición y muerte, pero Dios nunca le falló. Así David reconoce su absoluta dependencia de Dios, y con corazón lleno de gratitud, David canta alabanzas al Dios en quien confía con todo su ser. Bendice, alma mía, a Jehová, y bendiga todo mi ser su santo nombre. Bendice, alma mía, a Jehová, y no olvides ninguno de sus beneficios (Salmo 103:1-2).

Bien hacemos como creyentes si aprendemos, como David, a repetir (recitar) sus palabras a nuestra mente y nuestro corazón cada día. Bendice, alma mía, a Jehová, y no olvides ninguno de sus beneficios. Esta exhortación de David a sí mismo, sigue vigente y en pie para cada uno de nosotros. Bien haríamos si la adoptáramos como una práctica cotidiana. Recordar los beneficios y las bondades del Señor es uno de los mejores hábitos que podríamos desarrollar.

Acudiendo a la memoria para encontrarse con el Dios bueno

Quizás el mejor lugar para comenzar a entender el Salmo 103 es donde David también comenzó, ejercitando el poder de la memoria. Es importante, pues, la amonestación de David a recordar, como también a no olvidar las misericordias de Dios. Exhortaciones como éstas ocurren más de 200 veces en la Biblia. Es un constante hilo a través de todas las Escrituras, tal vez porque el corazón humano es dado a olvidar, o a manifestar una memoria selectiva.

Según el Diccionario Expositivo Vine, la palabra hebrea “olvidar” en este pasaje significa ignorar por falta de atención. No es necesariamente que conscientemente decidimos dejar a Dios fuera de nuestras vidas. Pero a medida que progresamos, corremos el riesgo de volvernos auto-suficientes; o en periodos de dificultad, podemos quejarnos como si Dios nos hubiese abandonado. Así que no dejemos que nuestra memoria sobre lo que Dios ha hecho por nosotros se desvanezcan y sean reemplazadas por una confianza orgullosa en nosotros mismos.

¿Qué significa bendecir a Dios?

“En hebreo bendecir se traduce a arrodillarse. Tiene la idea de que te postras ante un ser superior, en nuestro caso Dios, con un sentido de respeto, asombro, reverencia y honor” (John MacArthur). Entonces bendecir a Dios es tomar una posición de humildad y reverencia ante Él. Bendecir a Jehová “Es agradar el corazón de Dios expresándole nuestro amor y gratitud por quién es Él y por todo lo que hace” (Warren Wiersbe).

Acerca de este Plan

Salmo 103: ¿Por Qué Debemos Alabar a Dios?

El Salmo 103 es uno de los salmos más apreciados y amados de la Biblia, conocido por su elocuente expresión de alabanza y gratitud que surgen de un corazón profundamente agradecido y que ama a Dios. El Salmo 103 comienza con una exclamación exuberante de alabanza, la que refleja la vida total de David. Todo lo que estaba dentro de él, todo lo que era, cada fibra de su ser, estaba dedicado a bendecir el nombre santo de Dios. El entusiasmo de David estaba motivado por el recuerdo de los milagros que Dios había hecho en él.

More

Nos gustaría agradecer a Arnoldo Arana por proporcionar este plan. Para obtener más información, visite: vidaefectiva.com