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De La Desesperación a La EsperanzaMuestra

De La Desesperación a La Esperanza

DÍA 5 DE 5

Dios nunca nos hará a un lado ni se desentenderá de nosotros

¿Hasta cuándo, Jehová? ¿Me olvidarás para siempre? ¿Hasta cuándo esconderás tu rostro de mí?... Mas yo en tu misericordia he confiado; mi corazón se alegrará en tu salvación. Cantaré a Jehová, porque me ha hecho bien (Salmo 13:1,5-6).

Olvidarás… Esconderás tu rostro. Por supuesto que Dios no se olvidó de David. Dios no escondió su rostro de David, pero David sintió como si así fuera. Cuando tenemos sentimientos tan fuertes, entonces dichos sentimientos crean su propia realidad. David sintiócomo si Dios se hubiera olvidado de él, y sintióque Dios estaba escondiéndose. Así que en un sentido era cierto para David, pero cierto de acuerdo a sentimientos, no de acuerdo a los hechos.

Dios tampoco se desentiende de ninguno de sus hijos. Como hijos en Cristo somos especiales para Dios. Él siempre está pendiente de nosotros, cuidándonos, oyéndonos y asistiéndonos.

Dios no se desentiende de nosotros. El Salmo 34:17 dice: Claman los justos, y Dios oye…”. Dios oye nuestras oraciones, se deleita y goza en oírlas. Proverbios 15:8 dice: “El sacrificio de los impíos es abominación a Dios; mas la oración de los rectos es su gozo”.

David no se queda en la mera lamentación. Se levanta de su estado de postración para volcar su confianza en su Dios fiel. David se alinea a la confianza que expresó el profeta Miqueas (7:7): El Dios mío me oirá. Igual podemos hacer nosotros los creyentes cristianos. Elevar nuestras peticiones a Dios sabiendo que tenemos un sumo fiel sacerdote que nos comprende y se compadece de nuestras necesidades (Hebreos 4:14-16). Tengamos presente que Dios pagó un precio demasiado alto para escuchar a su pueblo. Cristo mismo con su muerte expiatoria pago ese precio. Dios no pago un precio tan alto, para luego hacerse el desentendido y el sordo.

Así, pues, que resuene en nuestras vidas la oración del profeta Miqueas: El Dios mío me oirá. La oración de poder descansa en la confianza en que Dios oye la oración de sus hijos. Esa es la confianza que alimenta la perseverancia para prevalecer en oración delante de Dios. Esa misma confianza fue la que acompaño, en medio de sus tribulaciones y angustias, al rey y salmista David: “Jehová oirá cuando yo a Él clamare” (Salmo 4:3); “yo te he invocado, por cuanto tú me oirás, oh Dios” (Salmo 17:6).

“Esto es una lección de profundo valor. Si el corazón está en gran manera abrumado, y Dios parece esconder su rostro, que se le cuente la historia de aflicción a Él. Es un ejercicio santo” (Morgan).

Una expresión de confianza y alabanza

Después de su queja y su petición, David luego reflexiona manifestando confianza en Dios y alabándole por su fidelidad. Mas yo en tu misericordia he confiado; mi corazón se alegrará en tu salvación. Cantaré a Jehová, porque me ha hecho bien (Salmo 13:5-6 - NVI).

Los versículos finales del salmo (5-6) marcan un cambio dramático de la desesperación a la confianza y la alabanza. A pesar de su sufrimiento y sentimientos de abandono, David reafirma su confianza en el "amor inquebrantable" de Dios.

La palabra hebrea para "amor inquebrantable" (hesed) denota el amor y la misericordia constante y pactada de Dios. Esta confianza en el carácter inmutable de Dios permite a David encontrar alegría en la anticipación de la salvación de Dios, incluso antes de que se haya realizado.

El compromiso de David de cantar alabanzas al Señor refleja una fe profunda que trasciende sus circunstancias actuales. Esta expresión de confianza y alabanza no es simplemente una respuesta emocional sino un acto deliberado de fe, eligiendo enfocarse en la fidelidad de Dios en lugar de sus problemas presentes.

El sentimiento de ausencia divina, es una experiencia común en los creyentes. Sin embargo, David demuestra que tales sentimientos pueden coexistir con una confianza profunda y constante en el carácter de Dios.

A través de su estructura de queja, petición y alabanza, proporciona un modelo de cómo navegar tiempos de sufrimiento e incertidumbre. A pesar de la experiencia, las emociones y las suposiciones de David, se aferra a la verdad de quién es Dios.

Día 4

Acerca de este Plan

De La Desesperación a La Esperanza

El Salmo 13, un clamor y lamento personal de David, expresa angustia y desesperanza ante el aparente abandono y silencio de Dios. ¿Hasta cuándo, Señor? Este breve, pero intenso salmo pasa de la aflicción a la confianza. El texto aborda temas como el sentimiento de abandono, la perseverancia en la oración y la transformación del lamento en alabanza. Este salmo es una operación a corazón abierto al interior del corazón de David. Captura la tensión entre sentirse abandonado por Dios y confiar en su amor inquebrantable. Es un digno ejemplo de lucha espiritual victoriosa.

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Nos gustaría agradecer a Arnoldo Arana por proporcionar este plan. Para obtener más información, visite: vidaefectiva.com