FructíferosMuestra
Día 3: El fruto visible
El fruto es visible; es el resultado de un proceso. En el Reino de Dios, nuestra función es dar fruto.
El fruto es el testimonio de nuestra vida. Conocer a Jesús, caminar con Él y vivir como Él inevitablemente produce un fruto en nosotros. No somos los mismos de antes. Sin embargo, aunque hemos sido cambiados, aún necesitamos ser transformados. Este no es un proceso de un solo día, ni algo que dependa de emociones pasajeras; se trata de disciplina, determinación y, sobre todo, de un caminar constante con Jesús.
El fruto es lo que otros pueden ver: nuestro comportamiento exterior. Representa la coherencia entre lo que predicamos y lo que hacemos. Lo que hacemos es un reflejo directo de lo que tenemos en el corazón.
El apóstol Pablo escribió en su carta a los Corintios que somos "cartas abiertas, leídas y conocidas por todos los hombres" (2 Corintios 3:2). Una carta transmite un mensaje; tiene un emisor y un receptor, y nosotros somos el medio. Pero, ¿qué tipo de mensaje estamos transmitiendo?
A veces, muchos creyentes se sienten como si fueran el mensaje en sí o incluso el emisor, olvidando que somos simplemente vasos de barro que contienen un gran tesoro (2 Corintios 4:7). Es un honor ser instrumentos de Dios, pero no debemos olvidar que el mensaje es de Él, no nuestro.
Como cartas abiertas, nuestro fruto es evidente para todos. No somos llamados a ser un "archivo clasificado" que guarda secretos, sino un "periódico de buenas nuevas", llevando esperanza, amor y fe a los demás. Sin embargo, muchas veces parecemos más un periódico lleno de pesimismo y quejas que de buenas noticias.
La pregunta para hoy es: ¿Qué está leyendo la gente en ti? ¿Qué fruto estás mostrando?
Reflexiona: ¿eres una carta abierta que refleja la obra de Jesús en tu vida, o un archivo clasificado que no permite que otros vean el mensaje de esperanza?
Que nuestra vida sea un testimonio vivo, una carta que otros puedan leer y encontrar en ella el amor y la gracia de Dios.
Acerca de este Plan
Nuestra función en el reino es dar fruto, fuimos llamados a vivir vidas fructíferas, la invitación permanente en la palabra de Dios es a dar fruto. Pero el fruto es el resultado del proceso de madurez y es ahí donde más problemas enfrentamos como cristianos. Este plan te permitirá conocer las maneras en que Dios quiere que crezcamos, maduremos y finalmente demos fruto. Permite que Dios te hable y pases de una temporada de esterilidad a una nueva temporada de fructificación.
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Nos gustaría agradecer a Iglesia Triunfante por proporcionar este plan. Para obtener más información, visite: https://www.laiglesiatriunfante.org