Apoyándonos en Dios Para Llevar Nuestras CargasMuestra

Dios no nos deja solos con nuestras cargas

No es necesario cargar con todo el peso de la angustia existencial, vale decir, cargar con todo el peso de nuestras cargas, como lo expresa el salmista: ¿Por qué tengo que estar tan angustiado y sufrir tanto? Confía en Dios. Volveré alabarlo por haberme salvado (Salmo 42:5 - PDT).

Es un desperdicio no utilizar los recursos divinos para enfrentar las vicisitudes y problemas de la vida, siendo que Dios tiene recursos ilimitados y el control de todas las cosas.

El Señor ha prometido ayudarnos a llevar nuestras cargas

Por otra parte, Jesús ha prometido ayudarnos a llevar nuestras cargas: Venid a mí todos los que estáis trabajados y cargados, y yo os haré descansar. Llevad mi yugo sobre vosotros, y aprended de mí, que soy manso y humilde de corazón; y hallaréis descanso para vuestras almas; porque mi yugo es fácil, y ligera mi carga (Mateo 11:28-30).

Caminando junto a Jesús

Este llamado de Jesús no supone una renuncia a nuestra libertad yresponsabilidad por nuestra vida, sino un llamado a apoyarnos en Él. La expresión llevad mi yugo…porque mi yugo es fácil alude a la figura de dos bueyes uncidos a un mismo arnés para arar la tierra. De modo que este no es un llamado a una vida cómoda, perezosa o indulgente ni libre de responsabilidades. Jesús nos invita a un yugo compartido, en el que el mayor peso de la carga recae sobre Él.

Metáfora de la yunta de bueyes uncidos

Este es un proceso en el que, acompañados de Jesús, aprendemos como llevar la carga. Es un entrenamiento al que somos sometidos por Dios, como el que hacía el granjero de Palestina en los tiempos de Jesús. Así los granjeros para entrenar a un nuevo buey para arar la tierra, ponían al animal joven (inexperto) en yugo con otro más viejo, más fuerte, más experimentado y más capacitado que llevaba la carga, de forma que el animal más diestro guiaba al animal joven a través del proceso de aprendizaje.

Cuando caminamos con Jesús por la vida aún hay un yugo para soportar y una carga para llevar. Esa es una responsabilidad ineludible. Dejaríamos de ser humanos si así fuera. Pero uncidos con Jesús, estos (la carga y el yugo) son fáciles y ligeros (porque mi yugo es fácil, y ligera mi carga). Ahora, este trabajo implica acompasamiento, caminar en comunión, propósito y acuerdo con Jesús.

La intención de Dios nunca ha sido que llevemos la carga solos, sino que compartamos la carga con Jesús. Pero esto implica caminar en un mismo sentir. Por lo que necesitamos hacer de la carga de Jesús nuestra carga. Ese es el secreto para gestionar la ansiedad: llevar la carga de Jesús. Pero tú puedes decir, si está experimentando mucha ansiedad, qué llevar otra carga más es abrumador. Para alguien abrumado por la ansiedad, pedirle que lleve otra carga, aunque sea la de Jesús, puede sonar irrazonable.

Pero la carga de Jesús es ligera y fácil, al compartirla con Él.