Los Milagros Y Nuestro TestimonioMuestra

Preguntas sobre los milagros

¿Qué clase de Biblia tendríamos sin Moisés, que sacó al pueblo de Dios de la esclavitud egipcia, atravesó el Mar Rojo y llegó a la Tierra Prometida? ¿O sin Elías resucitando a los muertos y llamando al fuego del cielo?

¿Qué clase de Biblia tendríamos sin Daniel orando en el foso de los leones y saliendo ileso, o sin los tres jóvenes hebreos teniendo fe para ser liberados de un horno de fuego?

¿Qué clase de Evangelio tendríamos sin Cristo sanando a los enfermos, limpiando a los leprosos, resucitando a los muertos y dando la vista a los ciegos?

¿Qué clase de Iglesia primitiva tendríamos sin Pedro levantando al cojo para que pudiera volver a andar, y sin reunir a los enfermos en camas y camillas en las principales calles de Jerusalén cuando sanaban todos?

¿Qué clase de ejemplo sería Pablo si no hubiera sanado a los enfermos, ordenado al cojo que se levantara y expulsado a los demonios de la adivina?

¿Qué clase de Gran Comisión tendríamos sin la orden de Cristo de expulsar a los demonios en su Nombre y de imponer las manos a los enfermos para su sanidad?

Elimina estas promesas y estos milagros de la Biblia y ¿qué queda? Nada más que otra filosofía o religión.

¿Qué clase de predicador o teólogo se opone a lo sobrenatural en el ministerio del evangelio? ¿Qué clase de predicación y enseñanza desacredita lo milagroso por considerarlo irrelevante para el mensaje evangélico? ¿Qué clase de misionero ministra en el extranjero, pero se opone a lo milagroso en el cristianismo actual?

Sin la manifestación del poder de Dios, lo que queda es un ritual de adoración religiosa, una colección de dogmas y credos, una filosofía de conceptos que no dan vida, no resuelven problemas, no sanan enfermedades ni producen nuevos nacimientos en el Reino de Dios.

Adoptemos la determinación inquebrantable de que nuestro mensaje sea el Evangelio con evidencias. Saldremos y proclamaremos el Evangelio. Seremos testigos con evidencias y recogeremos una cosecha de almas perdidas para Cristo.

Eso es lo que hemos hecho durante más de seis décadas en más de cien naciones. En todo el mundo, las señales y los milagros que han confirmado el evangelio que proclamamos han hecho que multitudes de no cristianos crean en Jesucristo y lo acepten como Salvador y Señor de sus vidas. Esa es nuestra misión: abrirles los ojos y llevarles de las tinieblas a la luz y del poder de Satán a Dios, para que reciban el perdón de los pecados.

Dios, quiero ser la clase de discípulo que proclama tu Evangelio con pruebas. Quiero ver y experimentar tu poder, tus promesas y tu presencia sobrenatural.

Este plan devocional se basó en el contenido de Milagros: Pruebas del amor de Dios, de T. L. Osborn. Para saber más sobre Osborn Ministries International, por favor haz clic aquí.