Los Milagros Y Nuestro TestimonioMuestra
Los milagros como prueba
Un día, cuando Jesús enseñaba a sus discípulos, les dijo que el Evangelio, la Buena Nueva del Reino de Dios, sería predicado en todo el mundo para testimonio de todas las naciones. En el texto original de la Biblia, la palabra traducida «testigo» o «testimonio» significa algo probatorio; con pruebas o con evidencias. En un juicio, el testigo que aporta pruebas es el vencedor.
Este descubrimiento aumentó la seguridad en mi corazón de que nuestro ministerio de hoy debe emular el ministerio de Jesús. Él iba por el campo enseñando, predicando y sanando a la gente que encontraba. El poder de Dios estaba presente para sanar a los que le escuchaban.
Juan el Bautista envió discípulos a observar el ministerio de Jesús y a preguntar si era o no el Cristo. El Señor los envió de vuelta a Juan, ordenando a los discípulos que le contaran lo que habían visto y oído. Oyeron predicar el Evangelio. Vieron cómo los ciegos recuperaban la vista. Vieron andar a los cojos. Vieron los milagros.
El mensaje de Jesús no solo era proclamado, sino que se anunciaba con pruebas. Su Evangelio llegó con pruebas visibles y su predicación fue confirmada con demostraciones del poder de Dios. Él era el Cristo y los milagros lo demostraban.
Después de que Jesús muriera, resucitara y ascendiera al cielo, Felipe fue a la ciudad de Samaria. Allí predicó a Cristo a la gente y su mensaje también fue confirmado por milagros. Fueron el testimonio que convenció a la gente de la ciudad. Dieron testimonio de que lo que Felipe enseñaba era la verdad.
No bastaba con oír el mensaje, como tampoco basta hoy. La gente de Samaría necesitaba ver los milagros como prueba de que Felipe decía la verdad. Del mismo modo, hoy los milagros siguen dando testimonio de la verdad del Evangelio.
Los mensajeros cristianos han recorrido el mundo, pero no han demostrado suficientemente lo que han predicado. En consecuencia, muchos de ellos han obtenido resultados escasos. Allí donde hombres y mujeres han proclamado a Cristo en todo su amor y poder, los no cristianos han respondido y han creído en Cristo, aceptándolo como Señor. Estamos convencidos de que el Evangelio, con evidencias, convencerá a la gente de que la Biblia es verdad y de que Jesucristo está vivo y no ha cambiado. El testigo que aporta pruebas es siempre el que convence al tribunal y gana el caso.
Señor, que los milagros que realizaste en el pasado y en mi propia vida llenen mi corazón de seguridad para proclamar hoy tu amor y tu poder hacedor de milagros.
Acerca de este Plan
Dios quiere que su poder milagroso se manifieste continuamente en nuestras vidas. Jesús envió al Espíritu Santo para que pudiéramos llevar la Buena Noticia a los que nos rodean, confiando en que Dios confirmará el Evangelio con señales y milagros para atraer a los no creyentes hacia Él. Este plan devocional se basa en el libro del Dr. T. L. Osborn, Milagros: Pruebas del amor de Dios.
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Nos gustaría agradecer a Osborn Ministries International por proporcionar este plan. Para obtener más información, visite: https://osborn.org/