Camino a BelénMuestra
Hoy veremos otra cara de la misma moneda, y tiene que ver con el viaje de José a Belén.
Al igual que María, el viaje de José a Belén comenzó mucho antes de que ambos viajaran para el censo requerido. José estaba comprometido para casarse con María, lo que, en su cultura, era un compromiso que solo podía romperse mediante un divorcio. El matrimonio estaba fijado, la decisión estaba tomada y su compromiso era seguro.
Y María quedó embarazada por obra y gracia del Espíritu Santo. ¿Puedes imaginarte las emociones que José debió haber sentido con semejante noticia? Sin duda, cuando María le contó su experiencia con el ángel Gabriel y mantuvo firmemente su afirmación de fidelidad y pureza, José pudo haber sentido sentimientos de traición, dolor, ira, frustración y confusión.
La sola afirmación de María de mantenerse firme en su obediencia al Señor obviamente hacía imposible e impensable el matrimonio con ella, sobre todo bajo esas "circunstancias". Su mera condición "per se" era controvertida, no solo para José, sino también para su comunidad y sus familiares más cercanos. Sobre todo, desde la óptica de José, sin contar en ese momento con la revelación de Dios, esto era un reproche, un pecado ante Dios, quien prohíbe las relaciones sexuales fuera del pacto matrimonial.
La Biblia dice que José era un hombre justo. Por eso decidió divorciarse de María en lugar de casarse con ella. No quería deshonrar a Dios. Además, como era un hombre justo, no tenía ningún deseo de hacerle daño a María. Podría haberla expuesto públicamente e incluso haber exigido que la apedrearan por el supuesto adulterio “evidente”, pero no lo hizo debido a la rectitud de su corazón. Fue este corazón justo lo que puso a José en posición de hacer también este viaje a Belén con María.
¿Qué tal tú?
José quería hacer lo que era correcto a los ojos de Dios. Eso le importaba más que lo que pensaran los demás, su lugar en la sociedad o incluso sus propias emociones.
¿Has estado alguna vez en una situación similar? Optar por hacer lo correcto a los ojos de Dios, por encima del “qué dirán” de la gente o tus propias emociones, que te gritan: "¡Eres un perdedor!"
...Entonces, justo entonces, la gracia del Señor entró en acción a través de un sueño. En su sueño, un ángel de Dios corroboró la historia de María y le dijo que siguiera adelante y se casara con ella.
Las Escrituras dicen que José “se levantó de su sueño e hizo como el ángel del Señor le había ordenado”. María recibió la visita de un ángel, pero José solo tuvo un sueño en el que un ángel le habló. José era un hombre cuyo corazón estaba vuelto hacia Dios. Deseaba hacer lo correcto.
¿Cuál es la enseñanza para nosotros hoy? Tal vez te preguntes. Bueno, un corazón que desea hacer lo correcto puede contar, sin duda alguna, con la guía y el cuidado soberano de Dios sobre su vida.
Querido lector, si quieres viajar en estas Navidades hacia donde Jesús tiene una gracia especial reservada para ti, procura tener un corazón que desee, por sobre todas las cosas, anhelar estar con Él. Creo que el Señor sabrá llevarnos a un lugar donde podamos escuchar Su voz y discernir Su verdad sobre lo que es correcto para nuestras vidas.
Recuerda, Jesús dijo: “Bienaventurados los que tienen hambre y sed de justicia, porque ellos serán saciados” (Mt. 5:6).
Escrituras
Acerca de este Plan
La Navidad es una época de alegría, celebración en familia, amor, pero sobre todo esperanza. Mientras nos preparamos para celebrar la venida de Jesús a nuestro mundo, emprenderemos un viaje a Belén y viviremos la historia de la Navidad para preparar nuestros corazones para recibirlo en nuestro corazón.
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Nos gustaría agradecer a Conociendo a Dios por proporcionar este plan. Para obtener más información, visite: https://conectar.conociendoadios.net/