Logo de YouVersion
Ícono Búsqueda

Camino a BelénMuestra

Camino a Belén

DÍA 1 DE 5

Hoy vamos a reflexionar sobre el viaje que emprendió hace más de 2000 años María hacia Belén.
Cuando reflexionamos sobre cómo María viajó a Belén, la respuesta natural sería decir: en burro o, tal vez, en una carreta tirada por un asno. En la mayoría de las pinturas sacras, así como en las películas, se le representa de esta forma; es decir, montada en un pollino. Sin embargo, no sabemos si esto es verdad. Se dice mucho que María cabalgó en un burro mientras José caminaba a su lado y la guiaba. La Biblia no nos cuenta todos los detalles, pero sí deja claro cómo María realmente comienza el viaje que culminaría con el nacimiento del Salvador del mundo.

Su viaje a Belén comenzó cuando el ángel Gabriel se acercó a María, una joven soltera que estaba comprometida con su prometido José. Gabriel le dijo que quedaría “encinta” por la actividad sobrenatural de Dios, es decir, por obra del Espíritu Santo, y que el niño que daría a luz sería el Hijo de Dios. María no lo entendió completamente, pero lo que llama poderosamente la atención es su respuesta de rendición a la voluntad de Dios. Lo que pasó enseguida es igualmente fascinante: ella se vio a sí misma como la sierva del Señor y, como consecuencia, haría lo que Él le pedía. Esto es algo fascinante, digno de admirar y elogiar: ver el corazón de María rendido completamente a la voluntad de Dios.

Este mismo tipo de rendición fue lo que llevó a María a caminar por fe rumbo a Belén, como en otrora lo hiciera su ancestro Abraham.

¿Qué tal tú, querido lector?
Si esperas, en esta Navidad, experimentar la realidad de la encarnación latiendo desde el interior de tu corazón, sí o sí debes entregarte y rendirte en obediencia a la voluntad de Dios. Una obediencia que no pida nada a cambio, salvo el honrar a tu Señor.

Verás, la voluntad de Dios para María la pondría en una posición en la que su comunidad podría condenarla al ostracismo, su prometido rechazarla y, posiblemente, apedrearla hasta la muerte. Sin embargo, ella se sometió a la voluntad de Dios. Su sumisión fue, verdaderamente, el vehículo que la llevó a Belén para dar a luz al Salvador del mundo.

¿No te parece esto maravilloso?
Entender que un corazón entregado y rendido al Espíritu Santo siempre será el vehículo que Dios usará para encontrar todo lo que Jesús tiene preparado para nosotros. Incluso cuando el viaje no sea placentero o no entendamos completamente hacia dónde nos dirige el Señor, será un viaje que vale infinita y eternamente la pena emprender.

¡Medita en esto!

Día 2

Acerca de este Plan

Camino a Belén

La Navidad es una época de alegría, celebración en familia, amor, pero sobre todo esperanza. Mientras nos preparamos para celebrar la venida de Jesús a nuestro mundo, emprenderemos un viaje a Belén y viviremos la historia de la Navidad para preparar nuestros corazones para recibirlo en nuestro corazón.

More

Nos gustaría agradecer a Conociendo a Dios por proporcionar este plan. Para obtener más información, visite: https://conectar.conociendoadios.net/