Contender Por La FeMuestra
CONTENDER al evitar conductas perturbadoras
“Estos son manchas en vuestros ágapes, que comiendo impúdicamente con vosotros se apacientan a sí mismos; nubes sin agua, llevadas de acá para allá por los vientos; árboles otoñales, sin fruto, dos veces muertos y desarraigados…” (Judas 12-16).
Devocional
En las iglesias no han faltado nunca los que pretenden ser de Cristo, pero que, por sus vidas, dan evidencia de ser árboles ‘dos veces muertos y desarraigados’, a los que, en otro lugar, Jesús llama ‘cizaña’. El carácter radical del mensaje bíblico es claro en este respecto. Judas, guiado por el Espíritu Santo, enuncia una condenación firme y decisiva. A la manera de un detective, describe el carácter - incluyendo losaspectos emocionales y verbales - de los que pretenden conocer y amar a Cristo, aunque en realidad “no tienen al Espíritu” (v.19). Las Escrituras los designan falsos apóstoles, profetas, doctores o hermanos. Judas nos muestra sus características. Realizan una obra diabólica en la iglesia, descargan su descontento en otros, desacreditan y halagan por mera vanagloria y para satisfacer el orgullo que ocultan con esmero. Conversos falsos que continúan en su oficio de difamación y, de esta manera, demuestran su desprecio de la obra de Jesucristo y de la belleza de la Iglesia como la casa de Dios.
Su meta es sembrar confusión e inestabilidad, empezando con el más débil en la fe. Después de conseguir un número de seguidores, su objetivo es asumir el liderazgo de la comunidad. Pueden mantenerse escondidos durante años e, incluso, experimentar las bendiciones de Dios, como los levitas que menciona Judas (v.11) – Coré, Datán y Abiram, que permanecían en rebelión contra Moisés y, finalmente, contra el mismo Señor (Números 16). No buscan a Jesús, sino una religiosidad de la cual presumir, y con la cual ejercer poder sobre otros y abusar. La carta de Judas nos convoca a luchar por la fe, e implica evaluar y sopesar con sabiduría, según el Espíritu (12-16).
Pero evaluar no es suficiente. En los tiempos difíciles que corren, cuando el ‘yo’ es endiosado y se niega a aceptar corrección y disciplina, Judas nos insta a tomar decisiones duras, confiados en el juicio de Dios ya anunciado. Todas las autoridades tienen dificultades para encontrar la mejor forma de corregir y disciplinar, y el cuerpo de Cristo – la Iglesia - encuentra las mismas dificultades si se exalta el amor de Dios, de manera sentimental, por encima de su verdad y su justicia. Pablo insistió con los corintios para que quitaran a los impíos de en medio de la iglesia (1ª Cor. 5:13). Pero, ¿cómo? Es menester evaluar espiritualmente, sancionar con justicia, pero también luchar, mientras se evita una conducta destructiva. Luchar por la fe implica el uso de estrategias bíblicas, no humanas. No podemos responder a los presumidos con arrogancia, a los difamadores con calumnia, y a los apasionados según nuestras pasiones humanas. La batalla ha de empezar con un tiempo de espera en Dios y con oración paciente, para conservar la paz y el autocontrol. ¿Somos conscientes de que el Espíritu Santo lo conoce todo y está obrando? ¿Tenemos por cierto que “…desde antes habían sido destinados para esta condenación…”(v.4)? Hemos sido equipados por la Palabra de Dios para tratar con estas personas. Mientras tanto, hemos de ser intachables y no ceder a las mismas pasiones al mantenernos sobrios.
La oración y la paciencia al esperar el juicio de Dios nos guiarán a las metas correctas: velar sobre el rebaño y los unos a los otros, prestar atención a los débiles, los que se “desvían” y los no convencidos, para consolidar el conocimiento bíblico de todos y su fe en Cristo. Cuando se presenta la oportunidad, ¿estaremos confiados en Dios, listos para intervenir rápidamente, con valentía, autoridad y sin abusar, ejerciendo la disciplina apropiada que Dios demanda en su Iglesia, para que se preserve el Evangelio?
Salmo 1:5 "Por tanto, no se levantarán los malos en el juicio, ni los pecadores en la congregación de los justos".
Acción de gracias
Padre, te damos gracias porque eres un juez justo. Velas sobre tu pueblo y traerás, finalmente, justicia y orden. Gracias porque, a pesar de nuestros muchos fracasos, y la presencia de personas que “manchan” la belleza de tu pueblo, tu llevas tu iglesia adelante, la preservas y haces tu obra de santificación en ella hasta que Cristo vuelva. Gracias porque podemos fiarnos de tu Espíritu, que alumbra nuestros ojos para sopesar y evaluar a hombres y mujeres de acuerdo con tu Palabra, y no según los criterios humanos.
Confesión
Te confesamos, Padre, que no damos la talla. Demasiadas veces utilizamos armas humanas para defender el Evangelio. Perdónanos por todas aquellas ocasiones cuando hemos contestado al mal con el mal. Perdónanos por las veces cuando hemos ejercido disciplina de una manera perturbadora y abusiva, o cuando no hemos peleado por la fe, o ejercido disciplina cuando era necesario.
Petición
Espíritu Santo, guíanos para juzgar con justicia, condenar de acuerdo con la verdad y el amor, reprender con gracia, valentía y sobriedad.
Señor Jesús, queremos ser como tú. Quita de nosotros toda murmuración y descontento, y haz que seamos una comunidad de amor y disciplina, para que el Evangelio sea preservado.
Riccardo Leonetti
AEI – Distrito de Campania
Past. Iglesia Evangélica de Campi Flegrei (Nápoles)
Escrituras
Acerca de este Plan
Devocional de 8 días que recorre la epístola de Judas para animarnos a contender ardientemente por la Fe. Este devocional ha sido elaborado por la Alianza Evangélica Italiana y subido por Israel Montes, presidente del grupo de Oración de la Alianza Evangélica Española, como guía de la Semana Universal de Oración (SUO).
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Nos gustaría agradecer a Israel Montes por proporcionar este plan. Para obtener más información, visite: https://alianzaevangelica.es