CONTENDER sin olvidar las batallas libradas en el pasado

“Porque algunos hombres han entrado encubiertamente, los que desde antes habían sido destinados para esta condenación, hombres impíos, que convierten en libertinaje la gracia de nuestro Dios, y niegan a Dios el único soberano, y a nuestro Señor Jesucristo…” (Judas 4-11).

Devocional

La “fe que ha sido una vez dada a los santos” es un legado inestimable, heredado por el pueblo de Dios. Sin embargo, el reconocimiento de esa fe, su conservación y su transmisión están siempre bajo amenaza. Este es un frente constantemente abierto en el combate cristiano.

Judas fue testigo de la infiltración, entre los cristianos, de personas fundamentalmente divididas, desviadas y de poca confianza. Se expresaban en un lenguaje aparentemente ortodoxo, con formas ortodoxas, pero buscaban dividir, desviar y crear dudas entre el pueblo de Dios. El principal objetivo de aquellos que se oponen al cristianismo – hoy en día, igual que en aquel entonces – es estorbar el cumplimiento del plan de Dios. Básicamente consiste en amenazas contra la confesión de fe fundamental del cristianismo: “Jesús es Señor” (v.4).

Sin lugar a duda, es por la obra del Espíritu Santo que, hoy en día, veinte siglos después de la afirmación de Judas, el legado heredado conserva todavía todo su valor e importancia en la Iglesia del Señor. El Espíritu que levantó a personas valientes, y pudo impedir las pretensiones de engañadores como Balaam, es el mismo que llama y equipa a los hijos de Dios que están empeñados en no echarse para atrás ante los obstáculos y peligros que los creyentes cristianos enfrentan cada día.

Judas nos enseña que Jesús, el Señor y juez justo, ejerció su autoridad en la historia y sobre ella. Esta verdad es suficiente para que creamos que la historia ha sido y es totalmente bajo su control. Esta verdad es, también, eficaz en ayudarnos a no echarnos para atrás en la batalla, al cultivar la memoria de acciones concretas realizadas por el Señor en la historia.

La preservación del legado pasa, inevitablemente, por un cultivo sano de la memoria. Nosotros, también, recibimos la exhortación constante de Moisés al pueblo liberado de la servidumbre en Egipto: ‘no olvidéis’.

Por tanto, recordemos las batallas del pasado. Recordemos cómo el pueblo de Dios resistía a lo largo de la persecución en los primeros siglos; recordemos la lucha para conservar las doctrinas fundamentales, como la de la Trinidad; recordemos los desafíos a la herejías de la Iglesia de Roma y el logro de la verdadera reforma; recordemos la lucha contra la infiltración liberal en la teología evangélica. Estos son solo algunos de los puntos destacados de nuestra historia, y es un privilegio ser parte de la Alianza Evangélica, que nació y fue formada en medio de la batalla para la preservación de la fe ‘una vez dada a los santos’.

Acción de gracias

Gracias, Señor, por transmitir la fe, como una herencia para la vida de tu pueblo. Gracias por aquellos que combatieron, antes y después de la venida de Jesús, por su definición, su preservación y su transmisión. ¡Gracias porque podemos cultivar una memoria de tus intervenciones concretas en la historia!

Confesión

Confesamos que hemos relegado tu Señorío a nuestra esfera personal y privada, negando así tu autoridad sobre toda la realidad. Confesamos nuestra arrogancia al descuidar la memoria. Pensábamos que éramos los primeros o, incluso, los únicos herederos de la fe apostólica, al ignorar tu señorío a lo largo de los últimos dos mil años. Confesamos que, a menudo, hemos confundido la memoria del pasado con la nostalgia. Nos hemos refugiado en memorias egoístas y nos hemos retraído de la batalla.

Petición

Oramos por una consciencia renovada, en el mundo evangélico, del señorío de Dios sobre toda la historia.

Por el desarrollo de iniciativas de parte de varias Alianzas Evangélicas nacionales para valorar y edificar sobre nuestra historia.

Por el crecimiento de iglesias evangélicas que se comprometen a reconocer, preservar y transmitir la herencia de la “fe dada una vez a los santos”.

Sergio De Blasi

AEI – Distrito nordeste

Iglesia Bautista Reformada en Italia