Enfrentando La AutolesiónMuestra

Es hora de empezar de nuevo

1. Debes decidir dejar la autolesión. Es el primer paso. Necesitamos darnos cuenta y reconocer que tenemos un problema, y que no está bien lastimarnos.

Decidir dejarlo y acercarnos más al Señor será la forma en que veremos buenos resultados. Él nos ayudará porque quiere ayudarnos, quiere darnos sabiduría, fuerza y mostrarnos más sobre quien es Él.

2. Decide deshacerte de lo que te tienta. Es más difícil caer en la tentación cuando no tenemos al alcance lo que usamos para herirnos.

Vendrá la tentación, sí, pero al no tener las herramientas para lastimarnos nos dará tiempo para pensar y decidir actuar. “¿Consigo aquello que uso para herirme o voy a orar?".

Además, el deshacernos de lo que nos tienta es una muestra de nuestro compromiso. Tira cuchillas, lápices o ligas, pero también deja de seguir cuentas en redes que aprueben la autolesión; e incluso puedes cerrar apps donde esté ese contenido. Tú conoces aquello que te lleva a caer.

3. Fortalece tu relación con el Señor. Algo que he aprendido en estos 4 años que llevo como cristiana, es que, si bien, Dios puede sanar enfermedades mentales en un instante, pero también lo hace a través de los años como un proceso.

Él me sanó de la depresión, los episodios hipomaníacos y las obsesiones y compulsiones fuertes en cuestión de días. Pero temas como la autolesión y otros, aun siguen presentes.

A pesar de que llevo 7 años sin cortarme, la tentación llega esporádicamente, pero el Espíritu Santo me ha enseñado a someter mis deseos a Él y a no darle paso a aquello que me puede hacer caer.

Lo más importante de este proceso y de nuestra vida en general, siempre será el mantener nuestra relación con Cristo encendida. Que ese amor que le tenemos no se apague nunca.