ReencuentroMuestra
Según los historiadores, Juan estuvo alrededor de 18 meses en la isla de Patmos, y fue liberado cuando el nuevo emperador Nerva asumió el cargo luego de la muerte de Domiciano en el año 97. Es decir, Jesús salió a su reencuentro en el peor momento de la vida de Juan.
Pensemos juntos. Juan era uno de los 3 íntimos preferidos de Jesús, el “hijo del trueno”, según lo llamó el propio Maestro, el autodenominado “discípulo amado”, el que estuvo al cuidado de María luego de la crucifixión de Jesús en el monte del Calvario, el que levantó al lisiado de nacimiento junto a Pedro en la entrada del templo, y una lista interminable de una sobresaliente trayectoria ministerial.
¡Pero eso fue hace 60 años atrás! Juan ya no era el joven entusiasta que le salía decir: “Señor, ¿quieres que hagamos caer fuego del cielo para que los destruya?” (Lucas 9:54). Era un anciano de unos 90 años de edad que había despedido a la mayoría de sus colegas (para no afirmar todos). Ya no tenía la fortaleza física de antes ni el rigor espiritual que tanto lo caracterizaba. Como si esto fuera poco, estaba realizando trabajos forzados en una especie de cárcel a cielo abierto en una isla remota del Mediterráneo.
Todo indicaba que Juan no era el apropiado para encomendar alguna tarea importante. Si fuera por mí, lo borraría como si fuera una app y bajaría otra. Sencillamente, ya no sirve. O como dirían algunos: “¿Juan? Ya fue”. Pero Jesús, quien no acaba de romper la caña quebrada, ni apaga la mecha que apenas arde, le salió a su reencuentro. Es que Jesús nos llama cuando nadie nos busca y el mundo nos bloquea, y cuenta con la mejor tecnología en cuanto a geolocalización. “Señor, ¿eres tú?”. “¿Para qué me has buscado?”. “Ya estoy muy viejo para hacer algo por tí”.
Fue ahí cuando el Señor dio a conocer el mayor de las revelaciones. “Escribe… un libro” (Apocalipsis 1:11). Se cree que Juan escribió su evangelio en el año 85 aproximadamente cuando los evangelios sinópticos ya existían, y sus tres epístolas fueron escritas entre los años 85 y 95. Si se siguen estos datos, al final del camino nos encontraremos con que el Apocalipsis fue el último libro de Juan, cronológicamente hablando, ya que se escribió durante o después de su morada en Patmos, lo que remontaría a los años 95 en adelante. “¿Otro libro más?”. “¿Para qué?”. “¡Ya escribí lo suficiente!”.
¿Qué significa esto? Que el propósito de Dios para con su vida aún no ha terminado. Quizás su llamado esté en otro rubro. No tiene por qué escribir un libro. Quizás Dios lo llama a ocupar un lugar en el campo educativo, empresarial, político, y otras áreas como el arte o el deporte, pero lo que no puede dejar de hacer es tener un reencuentro con Jesús, caer a sus pies como muerto, y responder a ese llamamiento celestial, porque para eso usted nació. Puede ser que se sienta poco capacitado, que no es el momento, y que usted no es la persona apropiada. Pero esto es una sensación que tuvieron todos los hombres y mujeres de Dios al momento de vivenciar un reencuentro con Jesús. Es mi oración que cuando el Señor lo llame a su presencia, usted y yo podamos decir con plena certeza: “He cumplido con lo que Dios tenía planificado para mi vida y mi generación”.
Lo más probable es que usted y yo no sepamos la inmensidad, la altura y la profundidad del plan de Dios para nuestras vidas, porque su gracia alcanza a mil generaciones. ¡Es como decir a un león que tiene un promedio de vida de 20 años que va a vivir 20.000 años! ¿Cómo entenderlo? Quizás ni nos demos cuenta de cómo Dios nos ha usado para tocar la vida de una persona necesitada. Puede ser nos despidamos de este mundo en soledad o rodeado de nuestros familiares sin concientizar de que hemos sido parte de algo mucho más grande. Pero nada de eso es importante. Lo que pesa ahora es que aún cuando el plan de Dios no sea lo que hayamos imaginado estamos dispuestos a cumplir con la voluntad de nuestro Padre que está en los cielos.
Por lo tanto, viva su vida. Cumpla el propósito de Dios para su generación. Camine junto al Espíritu Santo según el plan que Dios trazó antes de la fundación del mundo. No se compare con nadie. Usted es único. En algún rincón de este planeta, estaré orando por su vida a la distancia: “Que la gracia del Señor Jesús sea con todos. Amén” (Apocalipsis 22:21).
Escrituras
Acerca de este Plan
“No debería ser así” o “es lo que hay”… Si estas frases lo identifican es porque necesita un reencuentro como el apóstol Juan en la isla de Patmos. Todo cobra sentido cuando nos reencontramos con Jesús. En este plan de 5 días, el pastor Ariel Kim le llevará a un terreno espiritual en el que experimentará un reencuentro con Dios.
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Nos gustaría agradecer a La Cuarta Dimension Latinoamerica por proporcionar este plan. Para obtener más información, visite: https://libreriapeniel.com/producto/reencuentro/