ReencuentroMuestra
Jesucristo había enviado a su ángel al apóstol Juan para dar a conocer todo lo que iba a acontecer antes del fin del mundo. No era un mensaje del montón. Era nada menos que el Apocalipsis. Dios había preparado una atmósfera espiritual muy particular como la isla de Patmos para dar a conocer lo que Él iba a hacer previo al fin del mundo a un anciano de unos 90 años de edad que ya no tenía expectativas de nada.
Juan estaba solo. No tenía ningún apoyo apostólico. Nadie lo contenía emocionalmente. Su físico se había deteriorado como nunca antes. Ya no era el joven de 30 años de edad que seguía a Jesús por las calles de Galilea. Según los historiadores, Juan fue enviado a Patmos por el emperador Domiciano en el año 95. Dicho de otro modo, ya no era el Juan a quien le llamaban “el hijo del trueno” (Marcos 3:17). Aquí se observa a un Juan envejecido, ya sin fuerzas, y sin ganas de nada.
Quizás su vida actual sea como la de Juan en Patmos. Al apóstol jamás se le cruzó por la cabeza que pasaría sus últimos años en su breve paso por la tierra en una isla tan remota. Pero Dios que hace que todas las cosas funcionen para bien, le reveló todo lo que iba a acontecer en los últimos días, es decir, el fin del mundo.
¿No le ha sucedido que siente que algo está por acontecer? ¿No le ha pasado que percibe en su espíritu que algo inusual va a suceder? De la nada, siente que todo lo que se había bloqueado por alguna razón ha sido desbloqueado, y se vuelve sensible a todo lo sobrenatural porque la velocidad de conexión de su red espiritual se ha vuelto una luz. No sabe bien qué es lo que sucede. Resulta imposible describir con palabras lo que percata. Pero sabe en su interior que algo está por pasar. Es como que Dios está allí. Lo siente. No lo ve, pero es evidente que el Espíritu Santo se está moviendo como nunca antes lo ha experimentado. La atmósfera espiritual que se respira es diferente. Es como que todo lo que se oía ha cambiado de frecuencia. Dios está allí. Algo está a punto de revelarse. Ha llegado la hora. Entonces, usted se da vuelta como Juan, y pregunta: “Señor, ¿eres tú? Sé que estás aquí”.
Ahí donde está en este mismo instante, conecte el wifi espiritual, y discierna qué clase de atmósfera le rodea. La atmósfera cambiando está, porque el Espíritu de Dios está allí.
Escrituras
Acerca de este Plan
“No debería ser así” o “es lo que hay”… Si estas frases lo identifican es porque necesita un reencuentro como el apóstol Juan en la isla de Patmos. Todo cobra sentido cuando nos reencontramos con Jesús. En este plan de 5 días, el pastor Ariel Kim le llevará a un terreno espiritual en el que experimentará un reencuentro con Dios.
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Nos gustaría agradecer a La Cuarta Dimension Latinoamerica por proporcionar este plan. Para obtener más información, visite: https://libreriapeniel.com/producto/reencuentro/