ReencuentroMuestra
Cuando Juan tuvo un reencuentro con Jesús, cayó a sus pies como muerto. En otras palabras, Juan renunció al mundo, a la carnalidad, más a todas sus ambiciones personales. Esto es lo que Jesús había anunciado hace tiempo atrás cuando dijo: “Si alguien quiere ser mi discípulo, tiene que negar a sí mismo, tomar su cruz y seguirme” (Mateo 16:24).
El caer como muerto a los pies de Jesús implica una total e incondicional negación a sí mismo. Negarse a sí mismo es renunciar a cualquier elogio, y reconocer que solo Dios es digno de toda gloria. Caer como muerto delante de los pies de Jesús significa que usted deja de ser el centro, sino que invita a Jesús a que sea el centro de su vida. El deponer la corona ante el trono implica que usted va a obedecer el llamado de Dios, y no seguir los parámetros que ofrece el mundo. Por último, ese altar pagano de los lugares altos tiene que caer ante la santidad de Dios.
Lo ideal es que su nombre no aparezca en ningún lado, está perfecto que ningún mortal lo elogie de sobremanera, es aconsejable que nadie lo premie por lo que ha hecho, porque esa corona de oro que tiene puesta no va a seguir allí, y pronto será removida. Celebro que así sea, me encanta que usted esté de acuerdo conmigo, me pone feliz que haya cada vez más cristianos que prefieren que el Señor les seque sus lágrimas en soledad antes que recibir el elogio de los hombres.
Volviendo a la historia de Juan, el apóstol cayó a los pies de Jesús como muerto. Murió a su ego, a su proyecto de vida y a sus sueños. Los 24 ancianos depusieron sus coronas de oro delante del trono, pues entendieron que nada les pertenecía, y que solo Dios era digno de toda gloria, honra y poder.
Al igual que los 24 ancianos, postrémonos ante el trono y adoremos al que vive por los siglos de los siglos. Depongamos nuestras coronas y exclamemos diciendo: “Digno eres, Señor y Dios nuestro, de recibir la gloria, la honra y el poder, porque tú creaste todas las cosas; por tu voluntad existen y fueron creadas” (Apocalipsis 4:9-11). Confiese que su corona no son los logros, ni los éxitos, ni los récords, ni los premios, ni los reconocimientos que usted ha logrado, sino es estar junto a Jesús.
Escrituras
Acerca de este Plan
“No debería ser así” o “es lo que hay”… Si estas frases lo identifican es porque necesita un reencuentro como el apóstol Juan en la isla de Patmos. Todo cobra sentido cuando nos reencontramos con Jesús. En este plan de 5 días, el pastor Ariel Kim le llevará a un terreno espiritual en el que experimentará un reencuentro con Dios.
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Nos gustaría agradecer a La Cuarta Dimension Latinoamerica por proporcionar este plan. Para obtener más información, visite: https://libreriapeniel.com/producto/reencuentro/