Regocíjate- Celebrando El Tiempo De AdvientoMuestra
La Palabra de Dios y el Espíritu de Dios
Leer: Lucas 2:21-26; Juan 14:15-26
EOAO: Juan 14:26
“Mas el Consolador, el Espíritu Santo, a quien el Padre enviará en mi nombre, os las explicará y os recordará todo lo que yo os he dicho".
En el Texto
Simeón fue un recordatorio vivo para el pueblo de Israel de que no debían olvidar las Palabras de Dios. Aunque las promesas de la venida del Mesías se habían hecho siglos antes, Simeón no dudaba de que Dios las cumpliría. Sabía en lo profundo de su corazón que Dios no miente y siempre es fiel a sus promesas. Pero había algo más que hizo que Simeón estuviera tan seguro: el Espíritu Santo le había revelado específicamente que no moriría antes de ver al Mesías.
Simeón tuvo dos testimonios: la Palabra de Dios y el Espíritu Santo. Estos son los mismos testimonios que tienen los creyentes hoy en día. A través de la Palabra de Dios, la Biblia, aprendemos de las grandes obras de Dios y su plan redentor, así como también de Sus planes para el futuro. Pero sólo a través del Espíritu Santo podemos entender verdaderamente estas palabras y creerlas personalmente.
La Biblia nos dice que Dios no tolera el pecado y castigará a todos por el mal que hayan cometido. El Espíritu Santo da una advertencia específica: "¡Estás bajo la ira de Dios!". Pero también nos dice que Dios amó tanto al mundo que dio a Su Hijo. El Espíritu Santo dice: "Es por ti que Jesús vino". Esta verdad es para todas las personas en el mundo, en donde quiera que se encuentren.
La Biblia señala la cruz de Jesús y dice: "Mira, ahí está el cordero de Dios que quita los pecados del mundo". El Espíritu Santo habla a nuestros angustiados corazones y nos dice: "¡Jesús tomó TUS pecados!"
Es sorprendente cómo la Palabra de Dios y el Espíritu de Dios trabajan en conjunto para llevarnos a la fe en Jesucristo. ¿Qué necesitamos hacer para creer? La respuesta es simple: Lee la Biblia y pide al Espíritu Santo que te dé entendimiento. Cuando estudiamos la Biblia sin la ayuda del Espíritu de Dios, es como si leyéramos un libro muerto. Y cuando buscamos al Espíritu Santo sin estudiar y leer la Biblia, rápidamente podemos terminar en todo tipo de enseñanzas e imaginaciones extrañas. La Palabra de Dios y el Espíritu Santo siempre van de la mano.
Oración
Señor, deja que tu Palabra y tu Espíritu realicen su obra poderosa en mí. Amén.
Acerca de este Plan
¿Te has preguntado alguna vez por qué nos alegramos y entonamos tantos cánticos durante el Adviento? Todos sabemos por qué cantamos en Navidad. ¡Dios mismo se nos ha acercado! Dejando el cielo, vino a nuestro mundo perdido por amor a nosotros. Los primeros cantos sobre el nacimiento de nuestro Salvador se recogen en el Evangelio de Lucas y fueron entonados por judíos del siglo I: María, Zacarías, Simeón; así como un impresionante coro angélico, cuyo sonido debió de ser de otro mundo.
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Nos gustaría agradecer a Love God Greatly - Spanish por proporcionar este plan. Para obtener más información, visite: https://spanish.lovegodgreatly.com