Regocíjate- Celebrando El Tiempo De AdvientoMuestra

La canción de Zacarias

Alabar en el Silencio

Leer: Lucas 1:5-25; Lucas 1:57-68

EOAO: Lucas 1:68

“Bendito el Señor Dios de Israel,

que ha visitado y redimido a su pueblo”.

En el Texto

Zacarías pasó más de nueve meses en silencio. Dios le había reprendido por su incredulidad ante las palabras del ángel de que su esposa Isabel tendría por fin un hijo después de muchos años de infertilidad, anhelos, oraciones y esperas. Por no creer, Zacarías tuvo que pasar muchos días sin poder hablar con su familia y amigos. Esto le dio mucho tiempo para pensar, estar en silencio y reflexionar sobre las palabras de Dios.

Al comenzar otra temporada de Adviento, debemos preguntarnos: ¿Disponemos de tiempo suficiente para estar en quietud ante Dios? Si queremos encontrarnos con Dios y llenarnos del Espíritu Santo, es vital que dediquemos tiempo a la oración y a meditar en las palabras de Dios. Estamos rodeados de tanto ruido que a menudo necesitamos una gran disciplina y una firme determinación para apagar la televisión, guardar nuestros teléfonos, entrar en nuestra habitación, cerrar la puerta y -en esa quietud- pasar tiempo a solas con Dios

En el pasaje de hoy, podemos ver que los largos meses de quietud habían sido buenos para Zacarías. Sus primeras palabras tras el nacimiento de su hijo fueron de alabanza a Dios, pues estaba lleno del Espíritu Santo. Incluso profetizó sobre los asombrosos acontecimientos que estaban a punto de suceder. Aunque Dios le había reprendido y castigado por su falta de fe, Zacarías no se había amargado ni enfadado. Ahora creía cada palabra que Gabriel le había dicho y estaba lleno de profunda gratitud porque el Mesías tan esperado estaba a punto de aparecer.

En nuestras propias vidas, hay dos respuestas muy diferentes que podemos tener ante las dificultades y pruebas que Dios nos envía. Podemos endurecer nuestros corazones, amargarnos y arremeter contra Dios por permitir tanto sufrimiento, o podemos optar por confiar en Él en medio de la oscuridad. Podemos creer en sus palabras y en sus caminos aunque no podamos entenderlos. Dios a menudo utiliza las dificultades para que seamos humildes y nos acerquemos a Él. Confiemos en Él, incluso en los momentos oscuros. Él ha prometido obrar para nuestro bien.

Oración

Señor Jesús, acércame más a ti, incluso a través de mis pruebas. Ayúdame a estar en paz delante de ti. Amén.